La supresión de las diputaciones aumentaría el gasto público, según el presidente de la de cáceres


El presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar Mena, afirmó hoy tajante que una hipotética supresión de las diputaciones "no sólo no ahorrará dinero, sino que incluso podría aumentar el gasto público".
En un encuentro informativo organizado en Madrid por la Fundación Democracia y Gobierno Local, Tovar hizo un alegato en defensa de las diputaciones basado en argumentos prácticos y de calidad democrática.
Según dijo, el objetivo de su trabajo es lograr cohesión territorial, alcanzar el equilibrio entre pueblos y ciudades y garantizar a los ciudadanos igualdad de servicios y oportunidades.
Bajo estas premisas, dijo, la existencia de las diputaciones no sólo es "necesaria" sino que resulta "imprescindible", puesto que la tarea que desarrollan no es la de un "gobierno intermediario" sino la de una "institución intermedia" que no sólo reparte los recursos que recibe, sino que les "añade un valor".
Pese a su defensa cerrada de las diputaciones, reconoció que el debate sobre su supresión "está en la calle" y puede ser "bueno" siempre que se haga "desde el sentido de la responsabilidad, la coherencia y sin medias verdades".
Servicios como el de bomberos, asesoría jurídica, técnica o recaudatoria, difusión turística, teleasistenca, mantenimiento de la red vial o planes de igualdad, sería inaccesibles a los municipios pequeños, cuyos vecinos quedarían en desventaja.
Todos ellos deberían seguir prestándose a los ciudadanos "desde otros organismos, instituciones o administraciones", que deberían mantener a los trabajadores que las desarrollan y, además, hacerlo sin la experiencia acumulada por las diputaciones. En consecuencia, aseguró que su supresión no sería un ahorro en tiempo de crisis.
Tovar tampoco ve riesgo alguno de que los partidos nacionalistas puedan atentar contra la continuidad de las diputaciones, puesto que en el País Vasco están más que consolidadas, y la creación de las veguerías en Cataluña son, en definitiva, "más diputaciones".
Lo que sí reclamó con empeño es más personal técnico y que estas instituciones queden alejadas del "clientelismo político", para centrarse en exclusiva en trabajar por los ciudadanos.
Señaló, además, que una supresión de las diputaciones requeriría una reforma de la Constitución, que sólo debería abordarse en caso de consenso amplio.

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