La UE y Turquía regateaban este jueves sobre un plan para frenar llegadas de migrantes

  • La Unión Europea y Turquía regateaban este jueves alrededor de un plan para frenar la llegada de migrantes al bloque, con Ankara pidiendo a cambio de su cooperación 3.000 millones de euros y una liberalización de visados para sus nacionales.

Antes de llegar a la cumbre, la canciller alemana Angela Merkel estimó que la UE no podrá resolver el problema sin cooperar con Turquía, que acogió a más de 2,2 millones de migrantes.

"No podemos organizar o evitar el movimiento de refugiados sin trabajar con Turquía", dijo Merkel, que visitará el país este fin de semana para reunirse con el presidente Recep Tayyip Erdogan.

La UE busca involucrar a Turquía para frenar el flujo de refugiados hacia Europa, que desde principios de año suman más de 600.000 personas. Vecino de Siria, Turquía se convirtió en país de tránsito y la "puerta de entrada" a Europa.

Ankara presentó este jueves sus condiciones. Pide una ayuda financiera de 3.000 millones de euros, abrir nuevos capítulos en las negociaciones de adhesión y una liberalización de los visados para los ciudadanos turcos, según una fuente europea.

Esta última condición, la más sensible para Europa, la expresó claramente el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, el jueves por la mañana.

"No firmaremos un acuerdo para readmitir [a los llamados migrantes económicos] sin antes obtener avances en el tema de las visas Schengen y una flexibilización en las condiciones para otorgar visas a los ciudadanos turcos", dijo.

Pero facilitar la entrega de visas provoca "sudores fríos en varios Estados miembros", señaló un diplomático.

El presidente francés, François Hollande, cuyo país bloqueó en el pasado las negociaciones de adhesión al bloque de Turquía, se mostró reticente a ceder sobre este punto.

"No se trata de que, con el pretexto de que Turquía nos ayuda a retener los refugiados que están en su país, haya un movimiento de liberalización bajo cualquier condición, con visas otorgadas a individuos de los que no conocemos su identidad", dijo.

Unos 600.000 migrantes llegaron a la UE este año cruzando el Mediterráneo, entre solicitantes de asilo y "migrantes económicos".

La UE se propuso acoger a 160.000 refugiados, pero intenta que los llamados "migrantes económicos" sean readmitidos en sus países de origen si éstos son considerados seguros.

Para ello intenta que los países de origen, en su gran mayoría africanos, cooperen con el bloque para readmitir a sus ciudadanos expulsados de Europa.

El consenso entre los 28 es fomentar la política de "más por más", para la que hay cada vez más apoyo, según un diplomático. Esta supone que los países de origen podrían recibir más ayuda financiera si aceptan readmitir a sus nacionales o menos en caso contrario.

La Comisión creó para tal efecto un fondo especial con pedidos de contribución para cubrir 1.800 millones de euros, del que aún se esperan los anuncios de aportación de los Estados miembros.

La creación de un cuerpo de Guardias Fronterizos para controlar las fronteras exteriores también fue abordada.

La cantidad de llegadas de migrantes sigue siendo muy elevada en los países de la periferia del bloque, y las capacidades de acogida están saturadas.

En Serbia, como en el resto de la región, el flujo de migrantes no se detiene. Según los días las llegadas varían entre 2.000 a 5.000 ingresos en Presevo (sur), lo que corresponde a la cantidad de migrantes que llegan cada día a Gevgelija, en Macedonia en la frontera con Grecia.

El miércoles llegaron a Austria 7.000 migrantes.

En este contexto y poco antes de que comenzara la cumbre, Hungría anunció que terminó de construir una valla en su frontera con Croacia. Ya levantó otra en la frontera con Serbia.

pa/jmr.

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