La V Conferencia de Presidentes quiere ir más allá de la foto de familia

  • Todos los presidentes autonómicos han confirmado su asistencia este martes, en el Senado, a la V Conferencia de Presidentes -la primera para el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy- en la que además de la tradicional foto de familia se buscará un compromiso de déficit y una imagen de unidad ante Europa.

Begoña Fernández

Madrid, 1 oct.- Todos los presidentes autonómicos han confirmado su asistencia este martes, en el Senado, a la V Conferencia de Presidentes -la primera para el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy- en la que además de la tradicional foto de familia se buscará un compromiso de déficit y una imagen de unidad ante Europa.

Ocho años han pasado desde la conferencia del 28 de octubre de 2004, la primera de la historia de la democracia, que concitó en la Cámara Alta a todos los jefes de los ejecutivos regionales, incluso al entonces lehendakari Juan José Ibarretxe, quien mantuvo la incógnita hasta el último momento.

En esta ocasión, la conferencia, que se considera el máximo órgano de cooperación entre el Estado y las autonomías, se regirá, por el formato habitual: desayuno informal a primera hora con el rey, el presidente del Gobierno y los jefes de las 17 autonomías, Ceuta y Melilla en la biblioteca del Senado y reunión a puerta cerrada -en la Salón de Pasos Perdidos- para hablar de la situación económica y las cuentas públicas pero, esta vez, pensando en Europa.

El formato también incluye, si el tiempo lo permite, foto de familia en la fachada de la Puerta del Rey, en la Plaza de la Marina Española, y en caso contrario en el antiguo salón de plenos.

Ya en la reunión y ante una mesa rectangular presidida por Rajoy se sentarán los presidentes autonómicos en el orden protocolario, que responde al de aprobación de sus estatutos de autonomía.

Por ello, Rajoy estará acompañado en la Presidencia por el lehendakari, Patxi López, y el jefe de la Generalitat, Artur Mas.

Compartirán también la cabecera de la mesa el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el de Andalucía, José Antonio Griñán.

La conferencia anunciada en 2004 por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en su discurso de investidura, y promovida por el entonces ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, nació con la intención de celebrarse con carácter anual pero esa idea se fue desvaneciendo en el tiempo, y aunque hubo una segunda convocatoria el 10 de septiembre de 2005 las posteriores citas se fueron dilatando y aplazando en varias ocasiones.

Las dos primeras conferencias se centraron en la financiación de la sanidad y aunque la tercera -9 de enero de 2007- tuvo su eje principal en la investigación, el agua y la inmigración pasó a la historia por el "lapus linguae" del entonces presidente Zapatero, quien se refirió a un atentado terrorista como "trágico accidente".

Este comentario realizado a puerta cerrada fue grabado y utilizado por el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, quien informó a los periodistas de este incidente, e incluso comentó que a Rodríguez Zapatero le había traicionado el "subconsciente".

Tras muchos aplazamientos, la cuarta conferencia se celebró el 14 de diciembre de 2009, ya en un marco de crisis económica y con una agenda centrada en la Ley de economía sostenible y el empleo.

Al igual que en ediciones anteriores la conferencia concluirá con la rueda de prensa del jefe del Gobierno y posteriormente las de los presidentes autonómicos y de las dos ciudades autónomas.

Hasta ahora las conferencias de prensa tenían lugar de forma simultánea, hasta 19, contando Ceuta y Melilla, algo poco habitual en España pero frecuente en las cumbres europeas.

En esta ocasión, las comunidades y las dos ciudades autónomas contarán sólo con seis salas para dar sus ruedas de prensa por lo que lo más probable es que se convoquen de forma sucesiva repartiendo los tiempos.

En la última conferencia, más de 700 periodistas se acreditaron para seguir, de primera mano, el desarrollo de este foro que, en algún caso, como en la cuarta, se prolongó hasta once horas.

Sin embargo, la quinta conferencia -que también se prevé larga- quiere escapar de la crítica reiterada de las anteriores donde al término de la misma se decía que la reunión sólo había servido para hacerse la tradicional foto de familia.

En esta ocasión, gobierno y comunidades parecen coincidir en querer sellar un compromiso frente al déficit y en dar una imagen de unidad consolidada ante la Unión Europea.

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