La vieja guardia y barones frenan a Sánchez para un pacto con Podemos

    • Los presidentes manchego y extremeño advierten de que el referéndum en Cataluña no es negociable.
    • Felipe González, Rubalcaba y los críticos comienzan a hablar de un nuevo secretario general en marzo.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

La euforia desatada en Ferraz tras conocerse los resultados electorales apenas ha traspasado su primera noche. Varios barones socialistas han enfriado ya la posibilidad de que Sánchez acabe liderando un pacto de izquierdas, como es la intención de una parte del partido.

Ese pacto pasa inevitablemente por Podemos, y esto es, aceptar las líneas rojas impuestas este mismo domingo por su secretario general. Un referéndum de autodeterminación en Cataluña, propuesta incluida en su programa, y para el que el partido morado ya ha fijado incluso un plazo: un año.

La condición sine qua non se le atraganta al PSOE. Fuentes del partido ven muy improbable que Sánchez acabe cediendo en esa exigencia, que supondría, afirman, la "muerte del partido". En la misma línea se han pronunciado en las últimas horas varios barones, como el extremeño Fernández Vara, que, en rueda de prensa este mismo lunes, ha lanzado un mensaje meridiano: "No podemos aceptar la independencia de Cataluña ni la autodeterminación. O renuncian a ella o no podemos alcanzar pacto de gobierno". El mensaje ha sonado como una advertencia a Podemos, casi olvidando que es ahora el partido morado el que llevará presumiblemente las riendas de las negociaciones.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha sido otra de las voces que se han manifestado en contra de pactar con la condición de esa consulta. Paradójicamente, ambos gobiernan en sus comunidades gracias al apoyo de los de Iglesias y paradójicamente también ambas han sido las comunidades en las que el PSOE ha perdido votos en relación al 24-M, 32.000 en el primero y 60.000 en el segundo. En ambos casos, las papeletas fueron a parar a Podemos.Díaz lidera el frente del 'no'

Los socialistas celebran este lunes una reunión de su Ejecutiva de la que se prevé salgan pocas conclusiones. A ese encuentro no acude Susana Díaz. La presidenta andaluza fue de las primeras en templar a Sánchez y en recordar que "corresponde al PP la responsabilidad de formar un gobierno". La andaluza, siempre dispuesta a dar el salto a Madrid, apenas logró una victoria por la mínima sobre los populares, un escaño más, y tres menos que los conseguidos en 2011, lo que podría mermar sus posibilidades de presionar ante un Sánchez fortalecido. Pese a ello, Andalucía se mantiene como fuerte socialista, y representa más del 25% del grupo en el Congreso.

Los socialistas andaluces rechazan de plano un acuerdo con Podemos, pese a que ellos mismos ensayaron un pacto que permitiese a Díaz ser investida. La negativa de la presidenta a aceptar las condiciones de la formación morada-ruptura de negociación con los bancos que desahucian y el listado de los cargos de confianza y cuadros directivos de la Junta y sus empresas para reducir estas-propició el portazo por ambas partes. Las relaciones entre ambas formaciones son prácticamente nulas. Desde entonces, Podemos ejerce en el Parlamento andaluz una oposición rotunda contra el PSOE. El partido, en cambio, votó en Cádiz a favor de la investidura de José María González, Kichi, de Por Cádiz sí se Puede.

El resultado de este domingo acentúa en cualquier caso también los incendios internos en el socialismo. Con Díaz se alinea buena parte de la vieja guardia, con Felipe González al frente. Rodríguez Zapatero, por contra, pidió en su día no prejuzgar los acuerdos con Podemos. Habrá que ver ahora si Sánchez sale fortalecido y logra aglutinar más apoyos, o será Díaz la que lleve la batuta.La vieja guardia no es partidaria de Sánchez

Quien también se opone a que Pedro Sánchez continúa al frente del PSOE es la vieja guardia del PSOE. En los entornos de Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba se empieza a hablar de un relevo urgente al frente de la secretaría general porque los resultados han sido "pésimos".

Los exsecretarios generales no ven, en efecto, que el PSOE pueda pervivir en el tiempo con la actual dirección. Han hablado de rearmar el partido y de un cambio en la secretaría general en el próximo congreso, que se prevé para marzo.

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