La visita de Guillermo y Catalina revitaliza la monarquía en Canadá

  • Los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y Catalina Middleton, concluyeron hoy su primera visita oficial a Canadá que, según los observadores, consiguió revitalizar la monarquía en el país norteamericano.

Toronto (Canadá), 8 jul.- Los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y Catalina Middleton, concluyeron hoy su primera visita oficial a Canadá que, según los observadores, consiguió revitalizar la monarquía en el país norteamericano.

En nueve días, la pareja real británica recorrió la capital canadiense, las provincias de Québec, Isla del Príncipe Eduardo y Alberta y los Territorios del Noroeste, congregando a centenares de miles de personas, muchos de ellos jóvenes.

Incluso en Montreal y la ciudad de Québec, donde existe el mayor sentimiento antimonárquico de todo el país y donde varios centenares de personas se manifestaron en contra de su visita, el príncipe Guillermo y Catalina atrajeron a miles de seguidores.

Para el Gobierno canadiense, el viaje de los duques de Cambridge era importante.

Canadá es una monarquía parlamentaria cuyo Jefe de Estado nominal es la reina Isabel II aunque en la práctica esa función es delegada en el Gobernador General del país, cuyo titular es elegido por el primer ministro canadiense.

Pero el interés de los canadienses por la corona británica había decaído en los últimos años, en parte por los escándalos de la familia real británica, la avanzada edad de la reina Isabel II y el escaso atractivo del príncipe Carlos, el sucesor al trono.

Guillermo, el primogénito del príncipe Carlos y la difunta Lady Di, está destinado a convertirse un día en el rey de Canadá y por ello, el Gobierno canadiense etiquetó la visita bajo el título de "Avanzando juntos hacia el futuro".

Ottawa indicó que el objetivo de la visita era que la pareja real conociese mejor Canadá y, en el proceso, "desarrolle sus propios lazos de afecto duradero con Canadá y los canadienses".

Una encuesta dada a conocer horas antes del inicio de la visita señaló que un 52 % de los canadienses está ahora en desacuerdo con la idea de que Canadá rompa "su lazos formales con la monarquía británica" una vez que el reinado de Isabel II concluya.

Sólo un año antes, la cifra de los que querían mantener los lazos con la monarquía británica era del 42 %.

Sean Simpson, el vicepresidente de la empresa Ipsos que realizó la encuesta, señaló que el cambio "hay que atribuirlo a Guillermo y Catalina, porque nada más ha cambiado".

El miércoles, en la etapa final de la visita de los duques de Cambridge, el periódico de más tirada del país, The Toronto Star, de tendencia izquierdista, coincidía con el análisis de Simpson.

"Canadá tiene hoy muchos más monárquicos que cuando el príncipe Guillermo y Catalina empezaron su gira real hace una semana", dijo el periódico canadiense.

Dickie Arbiter, exsecretario de prensa de la reina Isabel II, dijo hoy en la televisión pública canadiense, CBC, que igualmente en el Reino Unido, la gira canadiense de los duques "ha sido percibida como un gran éxito".

"Porque son la nueva generación y la gente se puede identificar con una pareja de 29 años de edad y no la reina, que tiene 85, o (el príncipe) Carlos y Camila que sobrepasan los 60. Esta es la nueva generación y lo que han hecho es mostrar el futuro de la monarquía", añadió Arbiter.

Gran parte del éxito de la gira real es consecuencia directa de la personalidad de Catalina Middleton.

Con una sonrisa permanente, natural y desenfadada, la joven esposa del príncipe Guillermo ha cautivado los corazones de los canadienses con gestos como el que protagonizó ayer en el aeropuerto de Calgary cuando dedicó varios minutos para hablar con Diamond Marshall.

Diamond, una niña de seis años que se encuentra en estado terminal de un cáncer de sarcoma, había solicitado en una carta reunirse con una princesa de verdad y su deseo fue concedido por la duquesa de Cambridge.

Agachada en la pista de aterrizaje del aeropuerto, Catalina aceptó el ramo de flores que Diamond había traído a la princesa y conversó con ella durante varios minutos intentando romper la natural timidez de la pequeña.

La atención que Catalina ha despertado entre los más de 1.300 periodistas que han seguido la Gira Real 2011 ha sido tal que a los pocos días de iniciar la visita, el Ministerio de Patrimonio de Canadá se vio obligado a dar informaciones puntuales sobre la ropa que lucía la duquesa.

El cariño que los canadienses han demostrado a la pareja de recién casados parece que ha sido correspondido.

En su tercer y último discurso en Canadá, el príncipe Guillermo afirmó: "Canadá ha sobrepasado con mucho todo lo que se nos había prometido. Nuestra promesa es que volveremos", añadió.

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