Laboristas comienzan su congreso prometiendo apoyo a trabajadores y familias

  • El congreso anual del Partido Laborista británico comenzó hoy en la ciudad inglesa de Brighton con el compromiso de su líder, Ed Miliband, de ayudar más a los trabajadores y a las familias y no a "unos pocos privilegiados".

Patricia Rodríguez

Londres, 22 sep.- El congreso anual del Partido Laborista británico comenzó hoy en la ciudad inglesa de Brighton con el compromiso de su líder, Ed Miliband, de ayudar más a los trabajadores y a las familias y no a "unos pocos privilegiados".

La cita otoñal, que termina el día 25, servirá para que el principal grupo opositor desgrane sus alternativas políticas encaminadas a elevar los estándares de vida ciudadanos, resentidos, según este partido, por culpa de la coalición de tories y liberal demócratas.

El secretario general de los laboristas, Iain McNicol, abrió hoy la jornada inaugural subrayando que el partido debe "profundizar" en sus vínculos con los sindicatos para trazar una campaña electoral exitosa en las próximas elecciones en 2015.

"Lo que importa ahora es cómo nos organizamos, cómo construimos nuestras campañas, erradicamos el cinismo y demostramos el valor de la política", dijo McNicol.

Por su parte, Miliband, de 43 años, afronta la cita bajo presión para reafirmar su autoridad como líder, levantar la moral de sus correligionarios y convencer a los escépticos de que tiene una clara visión de Gobierno.

En declaraciones hoy a la BBC, se mostró inmune a los recientes sondeos que revelan que los ciudadanos no le perciben como un buen primer ministro y apuntan a que casi la mitad no comprende el mensaje que trata de enviar su partido.

Además, las últimas encuestas reflejan una reducción en la ventaja que mantienen los laboristas sobre los conservadores gracias al repunte de la economía nacional desde los comicios de 2010.

"El juicio se hará en las elecciones generales de 2015", dijo hoy Miliband, cuyo partido se dedicará los próximos 20 meses, hasta que los británicos sean llamados a la urnas, a hablar de los asuntos "centrales" que preocupan al ciudadano.

"Demostraremos que somos un partido que defiende a los ciudadanos y no a unos pocos privilegiados, demostraremos que crearemos una economía que funciona para la gente trabajadora y cómo ha cambiado el Laborismo y ha aprendido de las lecciones del pasado", aseguró.

A la cuestión de si su programa electoral incluirá un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea (UE), Milibandd opinó que es un "error" comprometerse ahora a una consulta de ese tipo "cuando todavía quedan cuatro años".

Un Gobierno laborista ayudaría más a las familias, obligando por ley a las escuelas de primaria a ofrecer cuidado de los alumnos de ocho de la mañana a seis de la tarde, estudiaría elevar el salario mínimo en sectores como las finanzas y revocaría parte de las impopulares reformas de la coalición en el poder.

En concreto, aboga por revertir el controvertido plan de recortes a los subsidios de vivienda de la coalición, que afecta a Inglaterra, Escocia y Gales.

Se refirió al llamado "impuesto del dormitorio", que deduce el 14 % de las ayudas a aquellas familias que habiten viviendas sociales y tienen un dormitorio desocupado.

En una medida destinada a evitar la explotación laboral, Miliband dijo que quiere aplicar "medidas contundentes" contra las empresas que no paguen a sus empleados el salario mínimo y que, de no hacerlo, serían sancionadas con multas que aumentarían de las 5.000 a las 50.000 libras (5.929-59.202 euros, 8.000-80.000 dólares).

"Quiero que el salario mínimo suba con el tiempo", afirmó, al agregar que su partido "estudiará" esa posibilidad aunque no precisó detalles o cifras específicas.

Esas promesas de "reforzar" fueron hoy tildadas de "impracticables" por el director general de la Confederación de la Industria Británica, John Cridland, que opinó que dañarían a las "pequeñas empresas" y se basan en "premisas completamente falsas".

Entre otros planes, un Ejecutivo laborista obligaría a las empresas a formar a un aprendiz británico por cada trabajador extranjero no comunitario contratado, iniciativa que generaría 125.000 nuevos aprendices en los próximos cinco años, según Miliband.

La solución a largo plazo para la economía pasa por desarrollar una fuerza laboral británica altamente cualificada, indicó.

"No estamos diciendo que haya que dejar de traer a gente de fuera si tienen algo particular en lo que contribuir (...), pero tenemos que mostrar responsabilidad como empleadores para preparar a la próxima generación", aclaró en declaraciones al "Sunday Mirror".

El laborismo es partidario de reducir el número de inmigrantes poco cualificados y contempla introducir un proyecto de ley sobre esa materia cuyo fin es "hacer que la economía realmente funcione para los trabajadores de nuestro país y para preparar a nuestra gente".

Este congreso es el segundo de los celebrados entre septiembre y octubre por los principales partidos del reino Unido para conocer el nivel de apoyo de sus líderes y contribuir al debate sobre los asuntos que más inquietan a las bases.

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