Ladrones especializados en cajeros, cobre... y hasta en retretes

Xavier Barros

Santiago de Compostela, 18 feb.- La crisis económica ha llevado a los ladrones a diferenciarse por materias, hasta el punto de que la Policía ha detectado bandidos especializados en el asalto a cajeros automáticos, otros centrados en la sustracción de cobre del tendido eléctrico e incluso expertos en el saqueo de retretes.

Según datos del Ministerio del Interior, el número de robos en domicilios de Galicia aumentó un 26,8 % en los nueve primeros meses del año pasado respecto al mismo período de 2012, un ejercicio en el que el aumento ya había sido del 33,8 %.

Es muy probable que el balance de robos con fuerza en 2013 supere ampliamente los 4.000, frente a los 2.875 registrados hace un par de años.

Las estadísticas muestran, no obstante, que Galicia continúa teniendo una tasa de criminalidad comparativamente menor que el resto de España, e incluso respecto a otros países europeos, pero hay determinados puntos geográficos en los que las autoridades han constatado un "elevado aumento" de los robos en domicilios, así como de otros delitos contra la propiedad.

Estos puntos se concentran mayoritariamente en algunas zonas de las provincias de A Coruña y Pontevedra.

En los últimos años han surgido bandas especializadas en robar dinero en gasolineras, en extraer combustible a camiones, y en robar determinadas gamas de vehículos, incluidos de maquinaria agrícola o industrial.

También han proliferado grupos dedicados a extraer cable de cobre del alumbrado eléctrico, aprovechando el aumento de la cotización de ese metal.

Entre los casos más llamativos, sin embargo, figura la detención esta semana en Pontevedra de un hombre que intentaba llevarse los muebles de un baño, entre ellos, una columna de hidromasaje y retretes.

Con las vacas flacas está en auge, además, la denominada técnica del butrón, un método que se emplea en entidades bancarias, joyerías y otros establecimientos comerciales.

Y en los últimos años también se han dado casos de malhechores que asaltan vehículos de transporte de tabaco y sustraen objetos y reliquias de iglesias.

Las estadísticas muestran, sin embargo, que la mayor parte de robos suelen ser en domicilios y, particularmente, en viviendas unifamiliares situadas en zonas periféricas exentas de vigilancia en las que los ladrones se cuelan en su interior forzando las ventanas para extraer dinero, joyas, aparatos electrónicos u objetos de valor de pequeño tamaño.

Entre los casos más relevantes de los últimos años figura el de una banda de ciudadanos de países del Este de Europa a la que se atribuyeron más de 70 robos en viviendas de Galicia, y a cuyo cabecilla se le incautaron 6,5 kilogramos de joyas.

La mayor parte de robos que se producen en la comunidad gallega no están atribuidos a extranjeros, como es el caso del más espectacular de los últimos años, el del Códice Calixtino, cuyo autor confeso es un antiguo electricista de la catedral de Santiago, que espera ahora que se fije la fecha del juicio.

Sin embargo, tras la desaparición en el verano de 2011 del manuscrito custodiado entonces en el archivo de la catedral compostelana, sí hubo especulaciones sobre la posibilidad de que el libro fuese robado por extranjeros, hasta el punto que la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, observó que "no es infrecuente que haya expertos internacionales que se dedican a este tipo de robos".

El aumento de los delitos de robo fue precisamente el asunto central de una reunión celebrada la semana pasada en A Coruña entre el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; el jefe superior de la Policía en Galicia, Jaime Iglesias, y mandos de las siete principales ciudades.

La Policía asegura que junto al aumento del número de robos ha habido también un incremento de la eficacia de las investigaciones, aunque reconoce su preocupación por bandas itinerantes que operan en otros puntos de España y que acuden a Galicia a cometer "algunos robos en pocos días" para luego desaparecer.