Las 10 claves de la desaparición de Natalia en París hasta aparecer en un hospital

  • Desaparecida desde el 1 de mayo la policía ha llevado a su padre hasta el centro médico donde sigue ingresada aturdida.
Encuentran a Natalia
Encuentran a Natalia

La desaparición de Natalia Sánchez Uribe ha tenido un final feliz. La noticia llegaba al filo de las 15:00 horas de este miércoles después de que su padre la identificara en un hospital de París. La estudiante de 22 años que se fue a París con una beca Erasmus y de la que se dejó de tener noticias el pasado 1 de mayo está viva. Un correo electrónico fue la primera pista para localizar su mochila con su móvil y ordenador dentro. Un día después los médicos que la atendían ataron cabos y la policía francesa condujo a su padre  hasta el centro médico donde llevaría ingresada varios días, para que la reconociera. Sigue desorientada. La familia ahora pide respeto mientras el misterio sigue envolviendo a la desaparición de esta joven mallorquina que quería cambiar de piso y cuando fue a recoger las últimas maletas no volvió. 

Natalia está viva

Ocho días después de su desaparición la joven estudiante de 22 años ha aparecido en un hospital tras días ingresada. Los médicos que la atienden ataron cabos al ver su fotografía por París y ha sido la policía gala la que ha acompañado al padre para que la identificara. Falta por esclarecer por qué Natalia acabó ahí después de que el pasado 1 de mayo se dispusiera a mudarse de piso y volviera al antiguo para recoger una maleta. .. sin volver. 

Desorientada y tuvo que ser identificada por su padre

Una patrulla de la Policía francesa fue la que se encontró con una joven desorientada en la calle, según relata Cuatro. Decidieron trasladarla a un centro médico.  La joven  mallorquina allí sigue ingresada y un poco aturdida, según se ha podido saber una vez la ha identificado su padre. 

Una pareja de turistas la vieron la noche del día 1

La asociación QSD global maneja un testimonio que ya está en manos de la policía y según el cual una pareja de turistas españoles la habría visto la noche del día que se le pierde la pista en un autobús. No tenía claro donde quería ir, según relatan en La 1.  Incluso llegó a mencionar que quería salir de la ciudad y decía cosas incongruentes. Le ofrecieron ayuda, pero la rechazó. 

La madre pide respeto 

La familia, que se trasladó a París para estar encima de la investigación constantemente, sigue en la línea de alejarse de los focos. Ya decían que no querían convertir el caso en un circo mediático. El padre ha sido el encargado de comunicar a familiares y autoridades españolas que su hija estaba viva y la madre la que ha dejado un mensaje de voz para solicitar "un tiempo para su intimidad y recuperar la calma". Inma Uribe ha pedido que se "respete nuestra necesidad de sosiego". Este mismo miércoles, el padre pedía respeto para " su intimidad" y que "no se difundan datos o imágenes de sus redes sociales" y que "se eviten hipótesis o especulaciones gratuitas".

Los familiares se temían lo peor

Por su parte, su familia de Granada se ha mostrado este miércoles muy contenta tras conocer que ha sido localizada en buen estado, después de "muchos días" sin saber de ella. Un tío de la joven, Javier Uribe, ha señalado que en la familia están "súper contentos" con este desenlace. "Ya no estábamos a gusto con la situación, eran muchos días y una situación muy rara".

La Policía gala investigaba a su entorno más próximo

Las autoridades francesas continuaban la búsqueda de la joven natural de Granada después de recibir la ayuda necesaria desde España. Llevaron a cabo interrogatorios al entorno más próximo de la desaparecida en París, lo cual parece un procedimiento habitual en casos de desapariciones. Un días antes de aparecer la Fiscalía de París abría una investigación por su desaparición.

Un mail levantó la primera pista

Cuando sólo se sabía que Natalia estaba en paradero desconocido la primera pista llegó por un correo que recibieron en una de las cuentas de la asociación SOS Desaparecidos. Era escueto y en él se aseguraba que habían encontrado la mochila de la joven española con su móvil y su ordenador: "Póngase en contacto conmigo". Nada más leerlo se envió a la Guardia Civil, que lo hizo llegar a las autoridades francesas. Y allí encontraron, en un parque cercano a la universidad, sus pertenencias. 

En París con beca Erasmus

La joven es estudiante de la Facultad de Economía y Empresa de la UAB y está en la capital gala desde septiembre, cursando un programa de intercambio Erasmus en la Universidad Panteón-Sorbona, que debía concluir en dos semanas. Ella habría dicho a sus compañeros que no se encontraba del todo a gusto. 

No estaba a gusto

Rodrigo, madrileño de 22 años que estudia Derecho, la conoció por casualidad una semana antes. Había salido a fumar con una amiga mientras estudiaban en la biblioteca y Sánchez se les acercó tras oírles hablar en español: "Nos estuvo contando que no tenía un buen grupo de amigos y que no se sentía en su sitio, pero no la vi tan mal como para pensar que haya hecho alguna tontería". Poco tiempo después la vio de lejos en una terraza acompañada por un chico y se alegró de que estuviera con gente. "Pensé: 'Mira qué bien'. Me quedé con ese dato en la memoria. Tres días después, me enteré de que había desaparecido".

Desapareció haciendo una mudanza

Natalia residía cerca del metro Porte D'Orleans. Desde el 1 de mayo, quince días antes de volver a su casa en Palma, dejó de contestar los mensajes y llamadas de sus padres y amigos. La mañana de su desaparición estaba trasladando sus maletas al piso de una amiga española, pues se acababa su contrato en el piso en el que había vivido hasta entonces, en el distrito 14, al sur de París. Su nueva compañera de piso dio la alerta tras quedar sin noticias de la joven, que había dejado ya dos maletas por la mañana y había vuelto a su casa anterior para recuperar el equipaje restante. No volvió.

Se sentía perseguida

Una de sus amigas aseguraba que Natalia hacía un mes que había mostrado su preocupación porque decía sentirse perseguida y observada. "Llevaba un mes diciendo que sentía que alguien la seguía, pero pensábamos que estaba exagerando porque siempre ha sido miedosa, así que no le hicimos mucho caso".

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