Adiós al masaje tibetano: la cruzada de 1,3 millones para liquidar las pseudociencias

  • Ofensiva en medios, redes sociales y colegios para desenmascarar los riesgos de 73 pseudoterapias. Hay otras 66 que se están evaluando.
Carcedo y Duque
Carcedo y Duque
Efe

Tres de cada diez españoles considera que la acupuntura es una técnica  útil para curar y para calmar el dolor y uno de cada cuatro ciudadanos piensa lo mismo de la homeopatía. Sin embargo, estos dos tratamientos, mucho más cotidianos de lo que imaginamos, podrían terminar formando parte de la 'lista negra' de pseudoterapias que ultima el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en la que quiere incluir las sustancias, actividades o servicios con finalidad sanitaria, pero sin aval científico que determine su eficacia.

De momento, en el listado ya se han incluido 73 técnicas, mucho menos conocidas y algunas demasiado extravagantes, sin avales científicos y que ponen en riesgo, en algunos casos, la salud de los enfermos que confían en ellas y abandonan los tratamientos convencionales. Así, el catálogo de pseudoterapias incluye hipnopsis ericksoniana, masaje tibetano y californiano, lama-fera, la medicina de los mapuches, terapias florales, ángeles de Atlantis, la sofronización o la pranoterapia, entre otras.  

El Gobierno de Pedro Sánchez, prácticamente desde su desembarcó en La Moncloa, ha emprendido una cruzada, sustentada en buena parte en la comunicación, con el objeto de desenmascarar los tratamientos pseudocientíficos basados en publicidad engañosa y que pueden perpetuar dolencias o generar otras e "incluso aumentar el riesgo de muerte". Pero sobre todo, aseguran desde Sanidad, que favorecen el retraso o la sustitución de tratamientos convencionales.

El ministerio evalúa exhaustivamente otros 66 tratamientos, desde la medicina naturista, a la acupuntura, pasando por la risoterapia, la reflexología, la neurolingüistica o el tai chi, que podrían acabar en el registro último de pseudoterapias. La intención de Sanidad ha sido duramente criticada por algunas personalidades mediáticas que recurren a estos tratamientos -como el cantante Miguel Bosé- y por las empresas del sector, pero la comunidad científica, médica y los pacientes se han puesto del lado del ministerio en esta batalla.

El órdago del Gobierno contra las pseudoterapias viene respaldado con un importante presupuesto, que saldrá fundamentalmente de los departamentos de Sanidad y del de Ciencia, Innovación y Universidades, que capitanea Pedro Duque, y que irá destinado a diferentes campañas televisivas y actividades en centros escolares. Así, el Plan 2019 de Publicidad y Comunicación Institucional, aprobado en enero, contempla una partida de 1,1 millones para la "sensibilización frente a pseudoterapias y pseudociencias". El presupuesto es idéntico al que se dedicará a la prevención del tabaquismo, un hábito que provoca 52.000 muertes al año y con un impacto económico de 7.700 millones.

Youtubers para llegar a los niños

Por su parte, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, dependiente del ministerio de Duque, contempla una partida de 195.000 euros para impulsar acciones que fomenten el pensamiento crítico, especialmente entre los más jóvenes, ante los efectos negativos de las pseudoterapias y las pseudociencias, unas técnicas a las que casi el 40% de los españoles reconoce haber recurrido alguna vez, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). 

Durante este año, pondrá en marcha el proyecto 'Cazadores de Mitos' en un número limitado de centros escolares para que los alumnos conozcan de primera mano cómo funciona la ciencia y distinguirla de los métodos que no lo son. En 2020 se extenderá a todo el ámbito educativo. Además, se impulsará la iniciativa audiovisual 'Science Truck', que también irá dirigida a niños y preadolescentes, para la que contará con reconocidos youtubers y con una puesta en escena en directo.

Mientras, para el público en general se impulsarán campañas en las redes sociales para combatir la desinformación, los bulos y las creencias pseudocientíficas, para lo que se contará con el apoyo de organizaciones de pacientes y médicas. Además, se tirará de la Agencia SINC -un medio independiente y que divulga informaciones fiables sobre ciencia y salud-  para crear un centro de medios de especializados y dar las claves para evitar errores y bulos en los temas que se difundan.

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