Las autoridades chinas investigan la muerte de otro detenido en China

  • Pekín.- Las autoridades chinas investigan la muerte de un joven detenido en la provincia meridional china de Cantón (Guangdong), el último de una serie de presos y detenidos que han fallecido bajo custodia, informa hoy el diario oficial "China Daily".

Pekín.- Las autoridades chinas investigan la muerte de un joven detenido en la provincia meridional china de Cantón (Guangdong), el último de una serie de presos y detenidos que han fallecido bajo custodia, informa hoy el diario oficial "China Daily".

El fallecido, Qi Yeqiang, de 22 años e ingresado en el Centro de Detenciones Número 1 de Maoming, fue hallado inconsciente a primera hora del pasado 25 de noviembre y trasladado al hospital de la misma localidad, donde fue declarado muerto.

Según los doctores, Qi falleció antes de llegar al hospital.

Un tío del preso aseguró que un oficial de policía le explicó que el joven "se ahogó después de que su cabeza fuera cubierta por una manta mientras dormía".

Qi Yeqian, residente del distrito de Maonan, fue detenido en abril por supuesta implicación en un robo y arrestado oficialmente el 4 de junio.

La familia del difunto señaló que Qi gozaba de buena salud y sospechan que los funcionarios de la prisión están implicados en su muerte, según señalaron al portal informativo Dayoo.com.

Después de que la familia interpusiera una denuncia, las autoridades judiciales iniciaron una investigación y una autopsia en la que descartaron la posibilidad de que Qi hubiera sido torturado, según una fuente policial anónima, pero sí encontraron gran cantidad de sangre en los pulmones de la víctima, lo que indica que fue asfixiado.

La familia, no obstante, no confía en el informe policial. "Mi hermano estaba muy sano y no se ponía enfermo, a menos que le sucediera algo", señaló Qi Shuijin al rotativo.

Las autoridades policiales han introducido medidas de control más duras en los centros de prisiones después de que 15 presos y detenidos murieran bajo condiciones inusuales ("caída de la cama", "ingesta de agua fría" o "jugando al escondite") en los primeros meses de 2009.

La ONG Chinese Human Rights Defenders (CHRD) denunció en octubre la muerte de otro preso en un campo de trabajo supuestamente como resultado de torturas.

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