Las clínicas abortistas denuncian que aún "no saben" cómo aplicarán la ley en julio

  • Piden a Aído que clarifique la situación de las menores y la confidencialidad.

La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) aún no sabe "cómo aplicará" la nueva ley del Aborto el próximo mes de julio, cuando entre en vigor, porque su texto es "poco esclarecedor" y los reglamentos que han de desarrollarla "aún no están hechos".

Así lo afirmó este lunes el presidente de ACAI, Santiago Barambio, en la presentación en rueda de prensa de un estudio sobre las características sociológicas de las mujeres que interrumpen su gestación en España.

Según afirmó Barambio, la ley, aprobada recientemente, "se ha de desarrollar ahora a través de un reglamento". "Sin embargo, hasta donde sabemos, aún no está hecho", advirtió este experto.

En su opinión, el texto de esta norma "no es suficientemente esclarecedor". "No sabemos cómo lo vamos a hacer, cuando salga no sabremos aplicarla", lamentó.

Menores

En este sentido, se refirió a la situación de las menores entre 16 y 17 años. Según la ley, ellas tomarán la decisión de abortar, pero al menos uno de los representantes legales deberá ser informado, salvo que demuestre que podría tener un conflicto grave.

A este respecto, ACAI denuncia que no se les ha dicho "cómo sustantivar lo que la mujer dice".

"Si viene una menor de 17 años y que dice haber informado a sus padres, ¿nos lo creemos o le pedimos un documento que lo acredite ante notario, o hacemos venir a su padre?", se pregunta este experto.

"No sabemos cómo se instrumentará la ley. A partir del 5 de julio llamaremos a la ministra y le diremos: 'oiga, ¿qué hacemos?'", añadió.

Reuniones

El presidente de ACAI aseguró haber pedido "una entrevista con la ministra y con el grupo de los ministerios de Sanidad, Justicia e Igualdad que están elaborando el reglamento".

"De momento, parece que no tienen nada que decirnos", indicó Barambio.

El responsable de esta asociación lamentó también "el problema de la confidencialidad", que tampoco "se sabe cómo se solucionará", ya que "se supone que nadie en la clínica debe saber el nombre de la paciente".

"Todos esto es un poco difícil, y va a dar lugar a situaciones kafkianas", concluyó Barambio.

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