Las elecciones modifican profundamente el ajedrez político costarricense

  • San José.- Las elecciones de Costa Rica no solo dejan como resultado una nueva presidenta, sino una profunda variación de las piezas que componen el ajedrez político del país, de su poder y el rol que pueden jugar en los próximo años.

Laura Chinchilla promete más seguridad entre llamados al diálogo y la unidad
Laura Chinchilla promete más seguridad entre llamados al diálogo y la unidad

San José.- Las elecciones de Costa Rica no solo dejan como resultado una nueva presidenta, sino una profunda variación de las piezas que componen el ajedrez político del país, de su poder y el rol que pueden jugar en los próximo años.

El oficialista Partido Liberación Nacional (PLN) salió muy fortalecido de los comicios del domingo tras una contundente victoria (46,8%), mientras que el Partido Acción Ciudadana (PAC), considerado la segunda fuerza política de Costa Rica, vio reducido su caudal de simpatizantes en un 14% y el Movimiento Libertario (ML) se consolidó como tercer partido en importancia.

Con Laura Chinchilla como candidata, el PLN triunfó con holgura en las siete provincias del país, y en 80 de los 81 cantones.

La ex ministra de Justicia y vicepresidenta de Óscar Arias, actual mandatario costarricense, ha obtenido, tras el escrutinio del 95% de las urnas, más de 863.000 votos, superando en 200.000 el apoyo que capitalizó el mandatario saliente en las elecciones de 2006.

No obstante, Chinchilla tendrá menos diputados aliados en el Congreso. La bancada del PLN tendrá 23 de los 57 escaños, en lugar de los 25 actuales, lo que obligará, según ha reconocido la misma presidenta electa, a desarrollar un Gobierno basado en el diálogo.

A pesar de este revés en las diputaciones, el PLN fue sin duda el gran ganador de las elecciones, pero no el único.

Aunque no alcanzó la Presidencia, Otto Guevara y su partido, el Movimiento Libertario, vieron crecer el respaldo a su propuesta a pasos agigantados en solo cuatro años.

En 2006 el derechista ML obtuvo el 8,76% de los sufragios, pero ayer este partido capitalizó un 20,82% de apoyo, lo que fue calificado por su candidato como un "enorme triunfo".

"Tenemos un partido vivo que ya no es minoritario y con el que lucharemos para encabezar el Poder Ejecutivo en el 2014", dijo Guevara a sus seguidores en un discurso de aceptación de la derrota que tuvo sabor a triunfo.

Los libertarios ganaron, además, más representantes en la Asamblea Legislativa, pasando de seis a diez, lo que les permitirá tener más peso en la vida pública costarricense y presión sobre el Ejecutivo.

El gran perdedor, sin lugar a dudas, fue el PAC, que con Ottón Solís a la cabeza cosechó no solo su tercera derrota electoral consecutiva, sino que verá reducida su participación en el Congreso de 17 a 11 diputados.

Hace cuatro años Solís estuvo a punto de derrotar a Arias, quien al final alcanzó la Presidencia por una diferencia de poco más de 18.000 votos, en unas elecciones en las que el PAC fue respaldado por el 39,8% de los costarricenses.

Este partido de centroizquierda venía experimentando un acelerado crecimiento desde 2002, cuando obtuvo el 26% de los votos, pero ayer cayó a su punto más bajo al cosechar un 25,15%.

Este duro golpe político llevo a Solís, líder histórico del PAC, a anunciar anoche mismo que no se presentará de nuevo como candidato presidencial, cuando horas antes pronosticaba su triunfo electoral en la primera ronda.

Sin duda estos comicios tuvieron resultados inesperados y dibujan ya el panorama para los próximos cuatro años, con fuerzas emergentes de diversos tamaños y características que ejercerán una oposición singular para el Gobierno de Chinchilla.

Por ejemplo, la gran sorpresa la dio el Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE), cuyo candidato, Óscar López, es un invidente que actualmente se desempeña como diputado.

Tras una modesta campaña, esta agrupación, cuya principal bandera es la equidad de oportunidades para la población discapacitada, logró multiplicar su apoyo en las urnas y a partir de mayo contará con cuatro diputados.

El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), antigua segunda fuerza política del país, sacó apenas el 3,86% de votos para presidente y seis diputados. Los restantes tres escaños se repartieron entre tres partidos minoritarios.

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