El tope- ibérico al gas, el enésimo desencuentro

Las eléctricas miran ya a Feijóo ante la batería de agravios por parte de Sánchez

El nuevo presidente del PP mantiene relación fluida con un sector al que el Gobierno de coalición no ha sabido cuidar ante la crisis energética. Reunir a los presidentes en Moncloa no solucionó las diferencias.

Feijóo
Las eléctricas miran ya a Feijóo ante la batería de agravios por parte de Sánchez
Europa Press

Que el Ibex 35, salvo alguna excepción, plantara a Pedro Sánchez hace una semana en el acto donde dio a conocer las medidas del decreto económico que aprobaría el Consejo de Ministros al día siguiente no fue casual. Muchos presidentes y consejeros delegados podían haber acudido a un evento que Moncloa planteó como una especie de control de daños, pero no lo hicieron. La decisión responde a una sensación de malestar entre el gran empresariado con el Gobierno, que no se oculta y que coincide con un momento económico y político decisivo. La inflación está poniendo en serias dudas la recuperación y el principal partido de la oposición sale de este fin de semana recompuesto en torno a un liderazgo al que ya se está mirando, especialmente en el grupo de compañías eléctricas.

El Gobierno de coalición no ha sabido cuidar al sector en torno al cual gira una parte a los actuales problemas de inflación. Con la factura de la luz disparada, el Ministerio para la Transición Ecológica viene manteniendo con las eléctricas una relación distante, explican diferentes fuentes del sector. El núcleo de confianza de Teresa Ribera -Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía; Hugo Morán, su homólogo en Media Ambiente; y Marc Pons, su jefe de gabinete- intenta mantener una interlocución que, explican los afectados, no es en ningún caso bidireccional.

Ha sido habitual en los últimos meses que el equipo de Transición Ecológica solicitara papeles, en forma de propuestas, a las tres grandes compañías del sector. ¿Cómo solucionaríais el problema de la luz? ¿Cómo veis la posibilidad de desacoplar el gas de la factura? ¿Y toparlo? Son preguntas que han ido llegando desde el Ministerio a las tres grandes eléctricas, Iberdrola, Endesa y Naturgy. El problema es que, siempre según lamentan las fuentes del sector al más alto nivel, el Gobierno no ha tenido en cuenta sus comentarios o recomendaciones. La tónica habitual, en cualquier caso, es que Ribera actúe de manera autónoma, sin consensuar. "Y luego pasa lo de septiembre", se quejan.

Se refieren al polémico decreto de minoración de los llamados 'beneficios caídos del cielo' que aprobó el Consejo de Ministros a la vuelta del verano. Una norma de la que se informó a las eléctricas la noche de antes, a través de una llamada de Ribera a Ignacio Sánchez Galán, Pepe (José) Bogas y Paco (Francisco) Reynés. Apenas unas semanas después el Gobierno rectificaba ese decreto tras las quejas de las eléctricas. Bruselas reprendió a Nadia Calviño y Teresa Ribera exigiéndoles explicaciones. Fue, sin duda, el momento de mayor tensión.

Cuatro meses después Putin invadió Ucrania y la crisis energética se convirtió en emergencia energética. El Gobierno intentó hacer, de nuevo, un control de daños citando en Moncloa a los primeros espadas del sector y sumando a la convocatoria a los principales ejecutivos de las firmas de carburantes. "¿Para qué?" Es la pregunta que aún se están haciendo varios de los convocados. Ni Pedro Sánchez y Ribera les pusieron medidas concretas sobre la mesa. Fue, comentaron varios de los presidentes al abandonar el complejo presidencial, una sucesión de monólogos sin utilidad. Alguno se plantea volver a una convocatoria de este tipo. Unos días después llegó el acto de presentación del decreto y allí, al lado del presidente, únicamente estuvo Bogas y José María Álvarez Pallete de entre los aludidos por las medidas.

Algún presidente del Ibex se plantea no volver a más convocatoria de Moncloa

Las eléctricas, en conjunto, transmiten falta de sintonía con un ministerio con el que sienten que el diálogo no es útil. Hay quien considera, incluso, que es un problema conceptual por parte de la cúpula de un departamento centrado en la transición ecológica y distante, afirman, de los problemas estructurales del sector. Es una constante, se quejan, que se repite desde la moción de censura, momento en que Sánchez confío en su asesora en la oposición en materia climática las riendas de la relación con las grandes compañías del sector. Un sector, insisten desde la empresa privada, fuertemente regulado.

Sí que han evidenciado en las eléctricas cierta sintonía con otro de los hombres fuertes del Gobierno en materia económica. Se trata de Manuel de la Rocha, director del Departamento de Asuntos Económicos de Presidencia, la antigua oficina económica, donde sus demandas si encuentran comprensión. El problema, añaden, es que De la Rocha es un director general. Muy cercano al presidente, sí; pero dos escalones por dejado del de la ministra Ribera. 

La emergencia energética exige a las eléctricas mantener una relación fluida con los representantes políticos. Por eso, en los cuarteles generales de las grandes ya han puesto en su radar al nuevo presidente del PP. Alberto Núñez Feijóo aparece en la escena política en esta encrucijada, con Moncloa intentado frenar la inflación, tendiendo la mano al PP para que apoye el decreto de medidas urgentes, y con Unidas Podemos reclamando sin éxito un impuesto a las eléctricas. Empieza este lunes una nueva legislatura y el gallego ya ha tendido la mano al Ibex 35 para escuchar sus reclamaciones e intentar llegar a acuerdos.

La relación de las principales eléctricas del país con Feijóo es buena, afirman en una y otra parte. Con los tres grandes. Con Galán, con Bogas y con Reynés. Iberdrola, Endesa y Naturgy cuentan con importantes inversiones en Galicia, de ahí la cercanía con el nuevo líder del centro-derecha. El presidente del PP ha sabido, como él suele decir, "pactar los acuerdos y también los desacuerdos" con un sector, lo que le ha valido más de un reproche por parte de la oposición autonómica. En esta etapa va a seguir escuchándoles. 

El hecho de haber designado a Juan Bravo como vicesecretario de Economía del nuevo PP indica también que el Ibex en general y las eléctricas en particular van a tener, de inicio, buena entrada en Génova. El consejero de Hacienda y Financiación Europea de la Junta de Andalucía es un hombre con contactos en el sector empresarial y con buena entrada en las grandes compañías. Francisco Conde, vicepresidente económico de la Xunta y nuevo miembro de la Junta Directiva Nacional, también ayudará a engrasar estas relaciones, tan importantes en esta etapa.

La sensación en las eléctricas es que en el Gobierno no se les escucha (oír no significa escuchar) y que con el PP renovado se inicia otra partida. Un partida trascendental, ya que Sánchez y Ribera se encuentran inmersos ya en la negociación con la Comisión Europea para topar el gas. Sobre quién asumirá el sobrecoste por la medida, lo único que confirman desde Transición Ecológica es que lo asumirá "el sistema" y que no será a través de un nuevo déficit de tarifa. El Ibex energético, por lo que pueda suceder, tiene a sus servicios jurídicos trabajando desde que el primer paquete de medidas se publicara el pasado miércoles en el BOE.

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