Las familias sirias acogidas por Uruguay ya viven en sus hogares definitivos

Montevideo, 19 ene.- Los 43 ciudadanos sirios -cinco familias- que llegaron a Uruguay el pasado octubre en calidad de refugiados están ya ubicados en sus domicilios definitivos en el país suramericano, reciben clases de español y son acompañados permanentemente por equipos técnicos que velan por su integración.

Tras pasar por países como Líbano y Jordania, que acabaron desbordados con la avalancha de refugiados por la guerra civil que sufre Siria desde 2011, estas familias llegaron a Uruguay en octubre por decisión del Ejecutivo de José Mujica de acoger y dar vivienda y trabajo a ciudadanos que huyeron del conflicto de ese país.

"Este programa ha recibido reconocimiento a nivel internacional y lo que es más importante, muy especialmente por las propias familias de refugiados sirios, que están haciendo todos los esfuerzos posibles por integrarse a nuestra sociedad", explicó hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

El motivo principal de hacer público un informe sobre el estado de situación del Programa de Reasentamiento de Refugiados Sirios en el Uruguay es el pedir "a la sociedad uruguaya en su conjunto" que evite la violación del derecho a la privacidad de los refugiados y siga las "históricas" tradiciones de este país de promoción y defensa de los derechos humanos.

Según el texto de Cancillería, "quienes se acogen al refugio, son en esencia seres humanos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por la cual no pueden retornar a sus países de origen y los países de acogida y sus ciudadanos no solo ofrecemos una residencia, ofrecemos, resguardar sus derechos".

El pasado 16 de enero, diversos medios locales publicaron que una de las mujeres sirias que recaló en Uruguay como refugiada, viuda y con cinco hijos, intentó quitarse la vida.

"El hecho que se transforme en información pública las condiciones específicas de salud de un ser humano viola la intimidad de las personas, el derecho a la privacidad y no contribuye a generar el entorno social amigable que la sociedad toda se compromete a asegurar cuando ofrece refugio", añade el comunicado.

La llegada de los 43 refugiados en octubre ubicó a Uruguay como el primer país latinoamericano en acoger a estos ciudadanos, organizando de forma integral su traslado, adaptación e integración al país, así como la garantía de las condiciones básicas de salud, educación, vivienda y trabajo.

La Casa San José de los Hermanos Maristas, ubicada en la periferia de Montevideo, es el lugar donde han residido los refugiados hasta su adaptación al país e instalación en las que serán sus viviendas definitivas.

Actualmente, las cinco familias están ubicadas en sus hogares definitivos, reciben clases de idioma español y son acompañadas permanentemente por los equipos técnicos a los efectos de su adecuada inserción social y laboral.

Además, los niños participan en actividades recreativas adecuadas a sus edades hasta el comienzo del año escolar.

"La sociedad uruguaya, siguiendo las mejores tradiciones de nuestro país como receptor de inmigrantes, ha acogido a estas personas con una actitud solidaria y hospitalaria", explica la Cancillería del país suramericano.

Esta iniciativa de acogida forma parte de la "agenda humanitaria" planteada por Uruguay, que el pasado 7 de diciembre abrió también sus puertas como refugiados a seis exprisioneros de Guantánamo, una cárcel para acusados de terrorismo situada en la base que EE.UU. tienen en territorio cubano.

Además, el ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, declaró el pasado 19 de diciembre que el Gobierno espera recibir a partir de febrero a un nuevo grupo de refugiados sirios.

"Es nuestro deber seguir contribuyendo para que su adaptación sea cada vez mejor y para que sus derechos como refugiados sean respetados", añade el texto facilitado por la cancillería.