Recepción en el Vaticano

Las fotos y la "emocionante" charla de Díaz con el Papa crean revuelo político

"Debo de ser respetuosa y no les voy a poder revelar el contenido de la conversación", ha asegurado la vicepresidenta segunda. El PP le acusa de estar en campaña y mientras el PSOE quita hierro al encuentro.

Yolanda Díaz, con el Papa Francisco en el Vaticano.
Yolanda Díaz, con el Papa Francisco, en el Vaticano.
EFE/EPA/VATICAN MEDIA

Apretando afectuosamente y sonriente con sus dos manos la derecha del Pontífice; charlando distendidamente; sentada cara a cara con el Santo Padre en unos impolutos butacones de madera tapizados en color blanco, junto a su despejada mesa de despacho; entregándole obsequios pensados meticulosamente para agradar en lo posible al religioso... La visita, y también la recepción, de la vicepresidenta y ministra Yolanda Díaz al Vaticano ha provocado reacciones de todo tipo: desde la clásica estrategia de restar importancia al asunto esgrimida por Emiliano García Page a, por ejemplo, calificar el desembarco de Díaz en la Plaza de San Pedro como parte de una precampaña electoral, tal y como denuncia el Partido Popular.

Lo cierto es que, de la noche a la mañana, Díaz ha conseguido intercambiar opiniones con Jorge Mario Bergoglio sobre los decretos legislativos que ha emprendido España para paliar la crisis, según han informado fuentes del Gobierno español, que han señalado a Europa Press que se ha hablado de estos asuntos sin mencionar específicamente la reforma laboral. Además, han tratado la crisis derivada de la pandemia y el cambio climático.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, abordó también en su encuentro con el Papa la importancia de acabar con la precariedad y de fomentar la dignidad del trabajo, todo ello durante una reunión que se celebró en el palacio apostólico del Vaticano y duró unos 40 minutos, aproximadamente, informa EFE. Ambos habrían hablado de que el trabajo debe ser decente y de la necesidad de disponer de marcos legislativos que prioricen al trabajador como mejor herramienta de inclusión social. En este contexto, según la agencia de noticias, el Pontífice y Díaz compartieron la idea de que el empleo debe tener derechos y ser de calidad, y que las democracias más sanas son las que tienen trabajos robustos.

La ministra, que ha acudido acompañada del secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, se ha limitado a asegurar que ha sido un encuentro "muy emocionante y debo de ser respetuosa y no les voy a poder revelar el contenido de la conversación con el Santo Padre", ha referido a los periodistas en la Plaza de San Pedro. Como es habitual, al no tratarse de un jefe de Estado o de Gobierno, la oficina de prensa del Vaticano no emitió ningún comunicado.

Durante el encuentro en el Palacio Apostólico del Vaticano, la vicepresidenta segunda ha regalado al Papa una estola hecha de plástico reciclado y una edición especial del libro de poesías de la escritora gallega Rosalía de Castro, 'Folhas novas'. Los obsequios encarnan tanto la visión ecológica del mundo como la defensa de los migrantes que el Papa y Díaz comparten, según fuentes del Gobierno español.

El tejido de la estola está fabricado con polímeros procedentes de descartes de plásticos y ha sido bordada por el convento de las Carmelitas Descalzas de Alcalá de Henares. Además, el compendio de poesías de la escritora gallega es el libro que muchos de ellos llevaban consigo en sus maletas cuando pusieron rumbo a Argentina en la década de los 60.

La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, ha afirmado que la visita de Díaz es la de "una ministra que está en campaña". Según Beltrán, "busca promoción", y le ha reprochado que no esté "en aquellos lugares donde se le necesita", sino yendo al Vaticano "en su propio beneficio". Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha criticado que haya personas que "se rasguen las vestiduras" porque la vicepresidenta segunda visite al Papa. Tras recordar que él es creyente, ha considerado que "al margen de que se crea o no se crea, hay que tener respeto por la gente" y ha cuestionado a las personas a las que "si el Papa no coincide con ellos ya no piensan que sea el Papa". "Es el Papa, piense una cosa o piense otra", ha subrayado.

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