Las fuerzas iraquíes logran nuevos avances en el centro de Ramadi

  • Las fuerzas iraquíes lograron avanzar en el centro de Ramadi este domingo, estrechando el cerco en torno a los combatientes del grupo Estado Islámico (EI) que aún resisten y han hecho del complejo gubernamental uno de sus últimos bastiones en esta gran ciudad situada al oeste de Bagdad, según oficiales.

Las fuerzas de élite antiterroristas y las tropas armadas respaldadas por bombardeos del ejército iraquí y de la coalición liderada por Estados Unidos, superaban con creces a los pocos combatientes del EI atrincherados en la ciudad.

Pero los cientos de trampas y artefactos explosivos que siembran la ciudad combinados con kamikazes y francotiradores, han dificultado la toma completa de la ciudad, seis días después del inicio de la ofensiva.

"Las fuerzas han llegado a las puertas del complejo" después de reconquistar tres edificios cercanos, explicó Raja Barakat, miembro del consejo provincial de Anbar.

Ramadi está situada a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad y es la capital de Anbar, la mayor provincia de Irak, y comparte frontera con Siria, Jordania y Arabia Saudita.

Una victoria en esa ciudad permitiría lavar la imagen del ejército iraquí, que recibió muchas críticas tras perder amplias franjas de territorio ante los yihadistas en junio de 2014.

Según un veterano oficial de la octava división armada iraquí, la última batalla por el edificio gubernamental dejó varios combatientes yihadistas muertos.

"Siete miembros de nuestras fuerzas también resultaron heridos en los enfrentamiento y también por la explosión de minas", añadió.

Al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad han muerto desde el viernes, según varias fuentes de seguridad, si bien el gobierno iraquí no ha difundido un balance oficial de bajas para la operación en Ramadi.

Se calcula que quedan menos de 400 combatientes en la ciudad y que decenas han muerto durante la ofensiva.

Fuentes militares iraquíes informaron de que más de 50 yihadistas habían muerto en las últimas 48 horas.

Al inicio de la ofensiva el pasado martes, el avance hacia el centro de Ramadi el martes encontró poca resistencia, pero los combatientes del EI han establecido fuertes defensas alrededor del complejo gubernamental.

También han sembrado de explosivos la ciudad entera - carreteras, posiciones abandonadas, viviendas-, lo cual ha requerido la movilización de expertos en seguridad y ha ralentizado el avance de las tropas.

Un oficial del ejército precisó que, solo en el fin de semana, los especialistas habían desactivado 260 explosivos en el frente norte de Ramadi.

Los militares también han visto restringida su capacidad de ataque por la presencia de civiles bloqueados en las zonas de combate, muchos de ellos, empleados como escudos humanos por los combatientes del EI.

Los civiles que han logrado escapar explicaron que quedaba poca comida para quienes aún estaban atrapados en la ciudad.

"Más de 250 familias residentes en Ramadi han podido escapar desde que los combates estallaron en el centro de la ciudad", indicó Ali Dawood, un responsable del distrito de Jaldiya.

Dawood añadió que cientos de familias han logrado llegar a campos de desplazados en la provincia, mientras que otras han preferido ir a Bagdad o a la región autónoma del Kurdistán iraquí.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los habitantes de Anbar suponen un tercio de los 3,2 millones de iraquíes expulsados de sus hogares desde junio de 2014.

Las fuerzas gubernamentales aguantaron meses de asaltos del EI a Ramadi hasta perderla definitivamente en mayo de 2015.

La contraofensiva, no exenta de disputas a nivel político, se ha saldado con un relativo éxito: según el ministro de Defensa Jaled al-Obeidi, las fuerzas iraquíes han recuperado la mitad del territorio perdido el año pasado.

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