Las incautaciones de dinero que trataba de salir de Francia se quintuplican

  • Las incautaciones de dinero en efectivo que se intentaba sacar de Francia se quintuplican este año como corolario del creciente fraude fiscal, según un informe de aduanas publicado hoy por "Le Parisien".

París, 8 sep.- Las incautaciones de dinero en efectivo que se intentaba sacar de Francia se quintuplican este año como corolario del creciente fraude fiscal, según un informe de aduanas publicado hoy por "Le Parisien".

En el primer semestre, los aduaneros requisaron más de 103 millones de euros, lo que supone un aumento del 518,6 % respecto al mismo periodo de 2012 y sus expectativas para 2013 es que se llegue a 414,8 millones, indicó el periódico citando una nota confidencial de la administración.

Durante 2012, las operaciones permitieron la incautación de 150,5 millones de euros, de ellos 102,5 millones en los tres últimos meses.

Suiza y Luxemburgo son, por razones fiscales, los dos principales destinos de este dinero en efectivo, seguidos por España, donde la salida de billetes se vincula principalmente al tráfico de drogas, de acuerdo con los autores de ese informe.

Las aduanas francesas no han querido comentar estas cifras, que según uno de sus agentes que pidió el anonimato revelan la dimensión del éxodo fiscal.

"Las personas que llevaban estas sumas mayoritariamente dan como explicación el fraude fiscal. A menudo tratan de evadir al fisco un patrimonio disimulado, lo obtenido con la transacción en la venta de un bien", indicó esta fuente citada por "Le Parisien".

Estas prácticas ilegales en plena expansión se producen en pleno debate en Francia sobre el alto nivel de fiscalidad y cuando se debate en el Parlamento una ley contra el fraude.

Entre las operaciones de los últimos tiempos destaca, por la notoriedad de su protagonista, la que se llevó a cabo el pasado 31 de julio contra el exembajador francés Boris Boillon, al que se le encontraron 350.000 euros y 40.000 dólares en billetes cuando se disponía a tomar un tren en París con destino a Bruselas.

A finales de 2012, un pasajero de un autobús de la compañía Eurolines fue interrogado en París cuando los agentes sospecharon al ver que llevaba unas abultadas grandes bolsas de plástico, en las que llevaba 600.000 euros.

En esas mismas fechas se registró el récord de un decomiso, con 1,8 millones de euros en 38.000 billetes escondidos en los asientos de un Audi en Alsacia, región francesa fronteriza con Suiza y Alemania.

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