Las mujeres arrasan en el Partido Popular

  • El apoyo a la candidatura de Isabel Pérez-Espinosa para la Presidencia de Asturias en detrimento de la Francisco Álvarez Cascos es un ejemplo más de cómo Mariano Rajoy ha llevado a su máxima expresión el lema ‘las mujeres al poder’.
Mariano Rajoy junto a Soraya Sáez de Santamaría, Esteban González Pons, Ana Mato y Dolores de Cospedal
Mariano Rajoy junto a Soraya Sáez de Santamaría, Esteban González Pons, Ana Mato y Dolores de Cospedal
Efe
Beatriz Toribio
Beatriz Toribio

Son las 9 de la noche de un día cualquiera. Es momento de relajarse y ver cómo ha ido el día desde el punto de vista informativo. Rajoy se fuma un puro y sonríe mientras hace zapping por los telediarios de la noche. En la 1 de Televisión Española ve a Soraya Sáez de Santamaría respondiendo a Rubalcaba desde su escaño en el Congreso. En Antena 3 es Dolores de Cospedal quien sale defendiendo la doctrina del PP con el fondo azul característico de la sala de prensa de Génova.

En ese día ficticio, Alicia Sánchez-Camacho critica en una entrevista en TV3 el “nuevo tripartito” de Cataluña. Y en todos los informativos aparecen imágenes de Isabel Pérez-Espinosa, la nueva candidata del PP a la Presidencia de Asturias, hasta ahora una desconocida en el resto de España que ha salido del anonimato gracias a ganar la batalla a Francisco Álvarez Cascos.

Rajoy está contento. Está cumpliendo con el lema que defendió en 2008: “El marianismo es la normalidad, el centro, las mujeres, el diálogo y el futuro". Al menos en lo que a la presencia de mujeres se refiere: apostó por Sáenz de Santamaría y Cospedal tras el Congreso de 2008 colocándolas en los dos principales cargos de la dirección del PP después del presidente. Y a partir de ahí no ha dejado de rodearse de mujeres.

Sáez de Santamaría ha sabido hacerse valer en el puesto de portavoz del Congreso, aunque eran muchos los que dudaban de que iba a estar a la altura de un puesto de tanta responsabilidad donde hay que pelear día sí y día también además de hacerse respetar. Aunque con Alfredo Pérez Rubalcaba le está costando algo más, a María Teresa Fernández de la Vega le cogió enseguida la medida y se imponía a ella en muchos de los rifi-rafes tradicionales de la sesión de control de los miércoles.

Cospedal, por su parte, se ha hecho valer dentro de un partido que nunca había tenido una mujer como secretaria general. No sólo ha sabido mantener la bicefalia de ser la ‘número dos’ del PP y la candidata popular a la Presidencia de Castilla La-Mancha, sino que además ha logrado imponer su criterio como secretaria general en polémicas como la que ha creado Álvarez Cascos o cuando se obligó a Ricardo Costa dejar el cargo de portavoz del PP en las Cortes de Valencia

Estas dos mujeres, junto con Esteban González Pons, son los tres escuderos del líder de los populares.


Los buenos resultados de Alicia Sánchez-Camacho

Las mujeres al poder. Es el lema que parece haberse impuesto Rajoy. Lo vimos también en Cataluña, donde apostó por Alicia Sánchez Camacho y ganó: el PP consiguió su mejor resultado de la historia en Cataluña de manos de la elegida por el líder del PP. Ahora el presidente de los populares se la ha vuelto a jugar con Isabel Pérez-Espinosa, dejando de lado a Francisco Álvarez Cascos. Una apuesta que podría salirle muy cara al PP en Asturias y al propio Mariano Rajoy.

En caso de que el ex vicepresidente y ministro en el Gobierno de Aznar lograse montar un partido y hacerse con el Gobierno de Asturias, dañaría la autoridad del líder del principal partido de la oposición en las próximas autonómicas y municipales. Sería un golpe duro a la autoridad de Rajoy tan sólo unos meses antes de una cita con las urnas de la que depende su sueño de hacerse con La Moncloa.

“En el Congreso de 2008 esta apuesta de Mariano Rajoy por las mujeres era una cuestión de imagen, pero después hay casos en los que la elección de una mujer es por casualidad. Por ejemplo, Sánchez Camacho era la candidata que menos problemas planteaba, era una candidata de paz y por eso apostó por ella”, asegura Jordi Sauret, experto en Sociología política.

La elección de Isabel Pérez-Espinosa en Asturias también responde más a criterios internos del partido que a lo que supone la elección de una mujer en sí. Con el ‘no’ a Cascos Rajoy se quita de encima a un peso pesado de la época de Aznar que, de ganar en Asturias, podría convertirse en un ‘barón’ regional incómodo para Rajoy, a quien Cascos no apoyó en el último Congreso del PP.


¿Por qué tantas mujeres?

¿Pero qué es lo que mueve a Rajoy a rodearse de mujeres? Mejorar su imagen. Sáez de Santamaría, Cospedal, Sánchez-Camacho, etc modernizan la imagen del PP y a la vez la suavizan de cara a la opinión pública. “Son gente joven, perfiles que no se corresponden con el pasado, con la época de Aznar, que moderan la imagen del PP, que está más a la derecha que la media de la ciudadanía española”, explica Jordi Sauret.

Por ejemplo, tanto Cospedal como Sánchez-Camacho han coincidido durante mucho tiempo en tener familias monoparentales rompiendo con los cánones propios de la derecha. “Son mujeres de partido que en la época de Aznar eran de segunda fila y que ahora traen aire fresco al PP” añade este experto en Sociología política.

Ana Pastor, Ana Mato o Fernanda Rudi completan la lista

Pero ser aznarista no ha sido un problema para Rajoy a la hora de elegir a sus mujeres. Así, Ana Pastor, ex ministra de Sanidad y ahora diputada, forma parte del entorno más cercano de Mariano Rajoy. Ana Mato, muy ligada al ex presidente del Gobierno desde que fuera presidente de Castilla y León, ocupa el ‘número tres’ del partido por su cargo de vicesecretaria de Organización del PP. Y Fernanda Rudi, ex presidenta del Congreso, es ahora candidata del PP a la Presidencia de Aragón con bastante posibilidades de hacerse con ese puesto.

 

“Aznar siguió la misma estrategia cuando estaba en el poder. Colocó a mujeres al frente de alcaldías clave como Valencia o Zaragoza”, añade Sauret. Ahora que Zapatero rompe por primera vez con la paridad en su equipo de Gobierno, es Rajoy el que apuesta aún más por las mujeres. “Son perfiles que no asustan, con moderación en las formas que, unido a la estrategia de centrarse en la economía como gran tema, puede ayudar a que los votantes no teman al PP y se gane su confianza”, concluye Jordi Sauret.

Esperanza Aguirre, la nota discordante

La única voz discordante en esta apuesta por la mujer es la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, quien representa al ala más derechista del partido restando a ese centrismo que persigue Rajoy. Además, su rivalidad con el líder del PP -a quien le ha puesto en más de una ocasión contra la pared- ha debilitado la imagen de Rajoy.

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