Las papeletas del "no" eran rojas

  • Noelia López.

Noelia López.

Sevilla, 18 feb.- Las papeletas del "no" eran rojas, sólo que nadie las ha visto. En el XVII congreso del PP todo ha sido unánime, nada se ha cuestionado y las trece votaciones públicas a la gestión del partido y sus ponencias han contado con una marea de síes que han inundado el plenario de Sevilla.

Con Mariano Rajoy en La Moncloa y responsabilidades públicas en la mayor parte de las comunidades autónomas y ayuntamientos, este cónclave de los populares apenas se ha parecido al que celebraron hace cuatro años en Valencia.

El Palacio de exposiciones y congresos de la capital andaluza ha reunido a más de 3.000 compromisarios dispuestos a darlo todo por su líder y, de paso, alentar al segundo protagonista de la cita, Javier Arenas, en su camino hacia la Junta de Andalucía.

En un ambiente relajado, con charlas y cigarros alrededor de cañas y tazas de café, y con llegadas mañaneras impuntuales -probablemente por las salidas nocturnas- los compromisarios han metido en un cajón las penurias vividas en la oposición y han festejado los triunfos electorales del año pasado.

Junto a Rajoy, cuyas entradas al plenario han estado acompañadas de los compases del himno popular y de los aplausos de los militantes, las estrellas de la cita han sido los ministros, secretarios de Estado y presidentes autonómicos.

Todos querían fotografiarse junto a "los famosos" -como los llamaban algunos compromisarios-, y ellos, olvidando por dos días la complicada tarea que tienen entre manos, no han escatimado sonrisas, abrazos y autógrafos.

Ni José María Aznar, aplaudido a rabiar en el plenario, ha hecho sombra hoy a un exultante Rajoy, que ha podido comprobar la fidelidad que le profesa un partido sin fisuras.

En los mostradores en los que se podían adquirir los libros escritos por ambos ha habido empate, aunque FAES, que vendía los de Aznar, ha reconocido que su momento de éxito ha sido cuando el expresidente se ha acercado a firmar ejemplares, y el librero sevillano que ofrecía las memorias de Rajoy, "En confianza", esperaba todavía la visita del presidente.

Los asistentes, procedentes de todas las comunidades autónomas, no han podido llevarse muchos recuerdos del congreso, al margen de las corbatas azul marino con la bandera de España que vendía FAES o las botellitas de aceite de oliva que regalaba el PP de Andalucía con el lema "El cambio andaluz".

Bien podría haber sido ése el eslogan del congreso, dadas las innumerables referencias a la convocatoria electoral andaluza -mucho más que a la asturiana- por parte de unos y otros, pero el cónclave es del partido nacional, así que el lema ha sido "Comprometidos con España".

Una frase repetida sin descanso en las inmensas pantallas distribuidas en los pabellones del palacio de congresos y que ha acompañado a los compromisarios inmersos todo el fin de semana en miles de metros cuadrados de moqueta azul.

Ese color y las apelaciones al patriotismo en un momento histórico para el partido han estado omnipresentes.

Como ha ocurrido con la figura del fundador del partido, Manuel Fraga, cuyos homenajes han emocionado a sus incondicionales y han provocado las únicas lágrimas que se han podido ver en este congreso.

Mostrar comentarios