
'¿Robaste alguna chocolatina en un supermercado? ¿Has aparcado en doble fila? ¿Miraste alguna vez los pechos de la mujer de tu amigo? ¿Nunca has contado chistes racistas?'... con preguntas retóricas parecidas protestaba un personaje de película 'El Dilema'. Se trataba de un testigo clave en un caso al que ciertos medios acababan de desacreditar por comportamientos inadecuados en un divorcio anterior.
Los comportamientos 'políticamente incorrectos', incluyendo entre estos la difusión de determinadas opiniones, puede entorpecer o tumbar la carrera política de cualquier hombre público. Antonio Miguel Carmona, que ha criticado duramente los polémicos tuits del concejal Zapata, lo sabe muy bien.
Este socialista madrileño realizó unas polémicas declaraciones que por poco tumban su carrera política. En 2002, en plena crisis del prestige, salió a la luz una conversación privada con otros militantes socialistas en la que presumía de que el PSOE iba sobrado de votos ante las elecciones municipales de aquel año. "Y si es necesario -añadió- hundimos otro barco".
Carmona tuvo que pedir disculpas una y otra vez y terminó dimitiendo como diputado regional.
Parece claro que los partidos políticos resisten malamente las incoherencias flagrantes entre el discurso oficial y el comportamiento privado de sus altos cargos y militantes de responsabilidad.
A un escenario parecido se enfrenta no sólo Manuela Carmena, sino las diversas plataformas populares que han ocupado puestos de responsabilidad en distintas ciudades españolas, comenzando por las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona.
Los pactos apresurados ponen en evidencia debilidades políticas que pueden costarle más de un disgusto sobre todo a las nuevas formaciones de izquierda.1. El pasado de un político emite facturas carísimas.
Lo acaba de comprobar el concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, por unos tuits escritos hace años en el que hacía chistes con el holocausto judío y trataba de forma jocosa asuntos gravísimos como el asesinato de Marta del Castillo.
Pero no se trata del único personaje de la nueva hornada de políticos surgidos al calor de los nuevos partidos que ha tenido que ofrecer explicaciones. Desde hace meses lleva circulando un polémico vídeo de Pablo Iglesias cantando la internacional envuelto en una bandera comunista. También sorprendió la paradoja de que Ada Colau boicoteó el mitin de una de las fuerzas que en las últimas elecciones integraron la plataforma que ella encabezó.2. Ser político está mal visto, pero no serlo acaba generando problemas
Ha decaído de tal forma la imagen de los políticos en España que las nuevas formaciones no dudan en presumir de que sus principales figuras carecen de inexperiencia en los asuntos públicos. Lo hacen como forma de recalcar que no están contaminados con la corrupción, que tanto espacio ocupan en la opinión pública.
Pero la realidad es que la inmensa mayoría de los políticos no son corruptos y realizan su trabajo de manera suficientemente aceptable como no alterar los índices de abstención en las elecciones.
La inexperiencia política de los cargos de los nuevos partidos ocasiona a la larga más problemas que beneficios. No sólo por los comprensibles errores que, fruto del desconocimiento, puedan comer en la gestión cotidiana, sino por las declaraciones que se hacen. Las cuales, como se ha visto en el caso de Zapata, pueden costar más caras que los errores puntuales en la gestión.3. Las sonrisas de los pactos de hoy mañana son caras de vinagre
Presentar un pacto de gobierno que facilite la gobernabilidad resulta mucho más fácil de presentar ante la opinión pública que corresponsabilizarse de los errores de tu socio en el gobierno. Las elecciones municipales abrieron un tiempo de incertidumbre que los pactos han resuelto felizmente en la mayoría de las plazas importantes. Los protagonistas de esos pactos se han apresurado a vender su capacidad de diálogo y entendimiento.
Sabemos que a ningún partido le cuesta hablar de sus aciertos. Ahora bien: ¿quién se responsabiliza de los errores, que inexorablemente ocurrirán? Por poner unos ejemplos, ¿cuánto tiempo puede sostener el PSOE el apoyo a Ahora Madrid con más errores como el de Zapata? ¿Mantendrá Ciudadanos el apoyo a Susana Díaz si continúan las noticias de la corrupción en Andalucía? ¿Permitirá 'Podemos' que Ximo Puig ordene la ejecución de un desahucio en Valencia?
Aunque no participen en los gobiernos, los partidos que los sostienen en las asambleas son corresponsables indirectos de las decisiones que dichos gobiernos toman. ¿Cuánto tiempo puede durar una sonrisa?4. Y al contrario: ¿quién de 'Podemos' aguantará los fallos de un gobierno que están sosteniendo?
Pedro Sánchez no estaba dispuesto el año pasado a pactar "ni con el Partido Popular ni con el populismo". Pablo Iglesias no desaprovechaba oportunidad alguna para recordar que el PSOE era tan parte de la casta como el PP, y siempre que podía apelaba a los militantes socialistas desencantados, presumiendo incluso de que su nombre coincidía con el del fundador del PSOE.
(Te interesa leer: Así hablaba Sánchez de Podemos e Iglesias del PSOE... antes de pactar)
Los resultados electorales y una cena de pescado y tortilla convirtieron a los antiguos adversarios en cómodos compañeros de viaje. 'Cualquier cosa menos un gobierno del PP', parece ser la consigna que comparten PSOE y 'Podemos'. Ahora bien: ¿qué coste electoral está dispuesto a asumir Pablo Iglesias por apoyar gobiernos, como el de Valencia, de partidos que fueron objeto preferente de sus críticas hace apenas tres meses?5. Lo que hace tu partido en Madrid afecta en Valencia o Galicia (y viceversa)
Pablo Iglesias se ha esforzado en diferenciar entre el partido 'Podemos' y las diferentes candidaturas populares que han apoyado en distintas capitales de España. Hablando con rigor, Ahora Madrid no es 'Podemos'. Pero con el mismo rigor puede decirse que la opinión pública no lo percibe así. Tanto 'Ahora Madrid' como 'Marea Atlántica' como 'Ganemos Jerez' como 'Barcelona en Comú' remite a una misma realidad política de la que 'Podemos' es su máximo exponente.
La gestión de los bienes públicos comporta toma de decisiones, posibles decisiones y escrutinio estricto de la opinión pública. ¿Alguien cree que las posibles polémicas de 'Barcelona en Comú' o de 'Ganemos Jerez' no pueden afectar a la imagen que 'Podemos' tiene entre sus votantes? ¿Cómo se corregirán errores, en hechos o declaraciones, si no existe una disciplina jerárquica, esa misma que tantas veces ha sido criticada en los partidos tradicionales?6. La presión mediática se soporta peor desde el poder
Muchos han considerado a 'Podemo's un fenómenos televisivo trasladado a la política. De cualquier modo, nadie, ni los propios protagonistas de la formación morada, puede negar la importancia que ha tenido el medio televisivo en la difusión de los mensajes políticos de 'Podemos' y sus líderes. Tanto es así que algunos de sus adversarios, como Esperanza Aguirre, hicieron bandera electoral de la crítica a las televisiones que percibían afines a 'Podemos', como La Sexta.
Pero La Sexta es sólo un medio, a cuya audiencia interesa de momento la crítica al poder que representa el discurso de Pablo Iglesias y compañeros afines. Los grandes grupos mediáticos, como PRISA, Unidad Editorial o incluso la misma propietaria de La Sexta, que también lo es de televisiones de más audiencia como Antena 3, o de periódicos derechistas como La Razón, no muestran ninguna simpatía hacia 'Podemos'. ¿Cómo cabe esperar que sea su línea editorial ahora que 'Podemos' y sus partidos afines han pasado de la cómoda crítica de la oposición callejera a la dura responsabilidad de la gestión de los bienes públicos?
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