Ruido de fondo en el entorno del presidente

Lastra, Ábalos, Calvo... Sánchez pierde al núcleo duro que le llevó a La Moncloa

Los pretorianos que ganaron las primarias, la moción de censura y las dos elecciones generales ya no forman parte del Gobierno ni de la dirección del partido. En su lugar emerge el grupo del "PSOE caoba".

Sánchez y el equipo que ganó las primarias del PSOE
Sánchez y el equipo que ganó las primarias del PSOE
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La dimisión de Adriana Lastra como número dos del PSOE culmina una renovación prácticamente total del núcleo duro de Pedro Sánchez. En 2017 un grupo de dirigentes agrupados en torno al "no es no" se unieron alrededor de un candidato en el quien vieron posibilidades de competir con el aparato del partido y ganar unas primarias con prácticamente todo en contra. Cuenta uno de los implicados en el equipo sanchista que "ni el propio Pedro quería presentarse; tuvimos que ser unos pocos quienes le convencimos para que lo hiciera". Todo comenzó en Sueca y Xirivella. Hoy, más de cinco años después de aquella contienda no queda ninguno de esos pretorianos en el primer escalón de toma de decisiones, ni en el Gobierno ni en Ferraz.

Noche del 21 de mayo de 2017. Sánchez gana de calle las primarias del PSOE. Susana Díaz, con el hoy vicepresidente de Iberdrola España, Antonio Miguel Carmona en sus filas, no tuvo nada que hacer. Tampoco Patxi López, cuyo jefe de campaña era Óscar López, actual jefe de gabinete de Sánchez. El madrileño arrasa y comienza el sanchismo. Junto a él toman posiciones en el PSOE veteranos y noveles. El núcleo duro que asciende en ese momento con Sánchez lo conforman la propia Lastra, José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Santos Cerdán y Paco Salazar. Más tarde, en septiembre, se incorpora Iván Redondo. Hoy todos ellos, salvo Cerdán, se encuentran fuera de la política o en un segundo plano, totalmente alejados del núcleo duro, por diferentes razones. Lastra pasa a ser diputada rasa, donde Ábalos y Calvo ya ejercen; Redondo lleva un año en la actividad privada y Salazar es el presidente del Hipódromo de la Zarzuela.

Redondo, Salazar y Bolaños en la primera victoria de Sánchez
Redondo, Salazar y Bolaños en la primera victoria de Sánchez

PSOE

La moción de censura de 2018 fue la que llevó a este grupo al Gobierno. Sánchez tuvo que elegir y repartió puestos. Hubo ganadores y perdores, pero el presidente tuvo claro desde el principio que sus colaboradores más estrechos seguirían a su lado. A Calvo le dio el peso político del Gobierno. A Redondo, el gabinete presidencial, junto a Salazar. A Ábalos, el partido y el ministerio de Fomento. Lastra se quedó con mando en plaza en Ferraz, por encima de Cerdán, y en permanente contacto con el Ejecutivo a través de los entonces 'maitines'. Todo ese grupo es hoy historia.

En los inicios de ese renovado sanchismo (no confundir con la primera etapa previa al fatídico comité federal del 1 de octubre de 2016) hubo más nombres, aunque en un escalón inferior, que fueron ocupando diferentes responsabilidades. Margarita Robles, al Ministerio de Defensa. Magdalena Valerio, a Trabajo y Seguridad Social. Santos Cerdán, continuó en el partido. Manuel Escudero acabó de embajador ante la OCDE. En ese momento comenzó a emerger la figura de un joven abogado, Félix Bolaños, autor del llamado 'códice Bolañós', que sirvió de guía para la la renovación estatutaria del PSOE; Sánchez lo envió a la Secretaría General de Presidencia. Sorprendió el caso de Juan Manuel Serrano, enviado a la Presidencia de Correos.

A los rivales de Sánchez, por su parte, se les apartó, incluido Antonio Hernando, hoy en todas las quinielas para ocupar nuevos cargos de responsabilidad pero que en su día pasó de ser el portavoz en el Congreso a la cuarta fila. López, por su parte, acabó en Paradores. El poder del sanchismo que salió de las primarias del PSOE fue total y ahora este núcleo, conocido en algunos ámbitos como "el PSOE caoba", es el que tiene galones.

​¿Por qué dimite Lastra?

El Gobierno y el partido eran este lunes escenario de todo tipo de comentarios sobre lo sucedido con Lastra. Fuentes cercanas a la exvicesecretaria general insisten que ha llegado el momento de "pensar en ella y su familia" tras años de intensa dedicación política. Un embarazo de riesgo, argumentan, deberían ser motivo suficiente para dar un paso a un lado. Lo que está claro es que la asturiana queda apartada tras una intenso choque interno con dos pesos pesados del partido y del Gobierno, una relación que, tal y como se contó en estas páginas, se complicó tras el mal resultado de las elecciones en Andalucía. Lastra mantenía complejas diferencias con Cerdán, por un lado, y con Óscar López, por otro. También con Héctor Gómez, el portavoz en el Congreso, apunta alguna fuente. Un histórico colaborador de Sánchez explica que eso es lo que más le molesta a Sánchez: las "divisiones en su equipo". No toleró la polémica entre Bolaños y Robles por Pegasus y esta no la aceptaba.

Lo cierto es que la dimisión de Lastra despeja el camino a Sánchez para rehacer otra vez el PSOE. Para dar una vuelta de tuerca más al partido de cara al maratón electoral que viene en 2023. Los rumores están disparados en el socialismo de cara a lo que pueda ocurrir. La decisión como siempre, en manos de Sánchez. El núcleo duro del PSOE se queda ahora pendiente de la reconstrucción que haga Sánchez. Y en el Gobierno, a día de hoy, las riendas están repartidas entre López, Hernando y Bolaños, el CEO del Ejecutivo. El presidente, además, ha hecho cambios en su equipo de discurso, repescando a Jesús Perea, exsecretario de Estado de Migraciones.

La victoria electoral de Sánchez en abril de 2019
La victoria electoral de Sánchez en abril de 2019

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Una de las personas que formó parte de ese núcleo duro ahora desarticulado recuerda que el Gobierno de coalición ha vivido una potente catarsis en los últimos meses. De los 'maitines', las reuniones que se celebraban los lunes en Moncloa y en las que se engrasaban tanto el Gobierno como los grupos parlamentarios de Unidas Podemos, solo queda un tercio de sus componentes. Están fuera Redondo, Calvo, Ábalos, Salvador Illa, Lastra, Pablo Iglesias y Juanma del Olmo. Sólo permanecen en la primera línea el propio Sánchez, María Jesús Montero, Irene Montero y Pablo Echenique.

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