Los lazos cruzados son un símbolo de solidaridad. En España, los de color amarillo se han utilizado en numerosas ocasiones para apoyar diferentes causas, aunque nunca habían levantado tanta polémica hasta que aterrizaron en el mundo de la política. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sigue enrocado en su decisión de no retirar el que luce la fachada de la Generalitat. Es el último pulso a la Junta Electoral, que solicita su retirada inmediata. Hasta llegar a ser símbolo del soberanismo en Cataluña, otras muchos han sido sus mensajes.
Antes de que el independentismo catalán comenzara a utilizarlos, los lazos amarillos se asociaban al Día Nacional de la Espina Bífida, desde que el 21 de noviembre de 2013, tras las campañas lanzadas en otros países como Argentina, Sudáfrica, Guatemala, Paraguay y Reino Unido en años anteriores, España también los utilizase con esta intención.
En el 2014, la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (FEBHI) y sus asociaciones impulsaron la campaña #milazoporlaEB y las redes sociales se llenaron de vídeos y fotos de personas con lazos amarillos en muestra de apoyo por esta patología.
Este símbolo también se ha utilizado en España como muestra de solidaridad con la lucha contra la endometriosis desde hace 12 años. La Asociación de Afectadas Endometriosis Estatal (ADAEC) se quejaba en su página de Facebook por la "utilización política de los lazos que representan a colectivos de enfermos".
El uso del lazo amarillo en Cataluña
En 1704, cuando el virrey de Cataluña Francisco Antonio Fernández de Velasco y Tovar prohibió el uso partidista de escarapelas amarillas durante la Guerra de Sucesión, para evitar la publicidad del bando que las usaba "creando discordias entre las familias".
El 16 de octubre de 2017, día en que fueron encarcelados Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, las entidades secesionistas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural iniciaron la campaña #LlibertatJordis que buscaba la libertad para 'los Jordis' y pedía hacer uso de lazos amarillos.
La Junta Electoral Central acordó, el 24 de noviembre de 2017, a instancia del PSC, impedir a los interventores, apoderados y miembros de las mesas electorales de las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2017 llevar lazos amarillos, decisión que desencadenó una campaña en redes sociales animando a usar el color amarillo como protesta.
El 3 de septiembre de 2018 el Defensor del Pueblo Francisco Fernández Marugán reclamó la retirada de los lazos amarillos de los edificios públicos de Cataluña.
El pasado martes, la Junta Electoral Central consideraba que, en periodo electoral, la exhibición de lazos y otros símbolos independentistas no es compatible con el principio de neutralidad exigido a las instituciones y le daba al presidente de la Generalitat, Quim Torra, 24 horas para retirarlos de todos los edificios públicos de Cataluña.
"Como presidenta del Parlamento, soy del (poder) legislativo y el resto se lo dejo a los órganos que tienen que resolverlo. Pero hay un principio, que es que quienes presidimos las instituciones no es que tengamos que cumplir más la ley que los demás, pero debemos dar ejemplo siempre y el cumplimiento de la ley nos obliga a todos", ha afirmado Pastor.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, le recordaba a Quim Torra que, como presidente de la Generalitat, debe "dar ejemplo siempre" y cumplir la ley que "obliga a todos" al ser preguntada por el hecho de que el catalán haya optado por mantener el lazo amarillo en la Generalitat como ha exigido la Junta Electoral Central.
Torra ha asegurado que defiende la libertad de expresión y que no se esconde ante la resolución de la Junta Electoral Central (JEC) que le reclama retirar los lazos amarillos de edificios de la Generalitat.
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