Leen la sentencia del juicio más largo de la historia de Portugal

Lisboa.- El Tribunal Criminal de Lisboa inició hoy la lectura de la sentencia del caso Casa Pía, el proceso más largo de la historia de Portugal, en el que son juzgados siete acusados de abusos sexuales a menores denunciados hace ocho años.

En causa están más de 900 delitos de abuso sexual a menores, además de lenocinio y uso indebido de caudales público, en la institución estatal para la acogida de niños Casa Pía de Lisboa.

El tribunal empezó a leer la que se presume muy larga sentencia del caso cerca de las 11.00 GMT sin presencia de los medios de comunicación y el trámite puede durar varias horas.

Los acusados por varios delitos sexuales son el embajador jubilado Jorge Ritto, el ex chófer de Casa Pia Carlos Silvino, el ex-proveedor adjunto de la institución Manuel Abrantes, el médico João Ferreira Diniz, el abogado Hugo Marçal, el antiguo presentador de televisión Carlos Cruz y Gertrudes Nunes, dueña de la casa en la que supuestamente ocurrieron los abusos.

Carlos Silvino es el único acusado que se declaró arrepentido y reveló al Tribunal que durante su infancia fue víctima de abusos sexuales también en la Casa Pía, donde vivió toda su vida.

El resto de los acusados reclaman su inocencia y piden ser absueltos de todos los cargos.

El proceso comenzó después de que la primera denuncia fuese divulgada por la televisión privada portuguesa SIC y en el semanario Expresso en 2002.

El denominado "megaproceso" en Portugal, que comenzó a ser investigado en noviembre de 2002 y juzgado en 2004, cuenta con un total de 980 testigos, está compuesto por 66.100 hojas y durante su desarrollo fueron interpuestos un total de 168 recursos.

El caso de pederastia de la Casa Pía conmocionó a la opinión pública portuguesa hace ocho años, tras la publicación de un reportaje periodístico en el que se denunciaban dos décadas de abusos sexuales a menores alojados en esa institución, con la complicidad de sus responsables.

El escándalo también salpicó a la política portuguesa cuando fue acusado en las investigaciones el ex ministro socialista Paulo Pedroso, que en 2003 estuvo en prisión preventiva durante cuatro meses y medio pero salió libre de cargos.