León honra a las víctimas con una calle donde mataron al abuelo de Zapatero

  • León, 22 feb (EFE).- León luce desde hoy, por primera vez, una calle dedicada a las víctimas del Franquismo, que está situada en el barrio de Puente Castro, un lugar que fue testigo de múltiples ejecuciones, entre ellas, la del capitán Juan Rodríguez Lozano, abuelo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

León, 22 feb (EFE).- León luce desde hoy, por primera vez, una calle dedicada a las víctimas del Franquismo, que está situada en el barrio de Puente Castro, un lugar que fue testigo de múltiples ejecuciones, entre ellas, la del capitán Juan Rodríguez Lozano, abuelo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En un emotivo acto, en el que el Premio Cervantes 2006 Antonio Gamoneda leyó un poema que escribió para la ocasión, fueron homenajeados los miles de represaliados del Franquismo, que desde hoy tienen en León una calle.

El calle lleva el nombre de Jerónima y Fernando, el de una joven de 22 años en avanzado estado de gestación y de su hijo de 3, ambos asesinados en 1936.

Han tenido que pasar 73 años para que el Consistorio de la capital de una de las provincias más castigadas por la represión reconozca a las miles de víctimas del Franquismo y lo ha hecho después de que así lo aprobara el Pleno del Ayuntamiento por unanimidad, el pasado 4 de septiembre.

Según ha recordado el alcalde, Francisco Fernández, la calle está situada en el barrio leonés de Puente Castro, una zona que fue testigo de múltiples ejecuciones, entre ellas las de las autoridades republicanas de León, así como la del abuelo de Zapatero.

"Es un día para crear e intensificar la conciencia de cómo debe ser la dirección de la vida", ha dicho Gamoneda, que ha lamentado, a través de sus poemas, las actuaciones de aquellos asesinos en nombre de la "salvación de la madre patria".

El acto comenzó con una recepción oficial encabezada por el alcalde de León, que se celebró en el Consistorio y a la que acudieron, entre otros, los familiares de la madre y el niño que dan nombre a la calle, entre ellos su hermana, Pilar Blanco, quien a sus 83 años no fue capaz de pronunciar palabra ante la emoción, y su sobrino Abel Arias, que lo hizo a duras penas.

La historia de Jerónima Blanco y de su hijo Fernando Cabo Blanco salió de nuevo a la luz durante el pasado verano, cuando sus restos fueron recuperados en unas excavaciones promovidas por la Asociación de la Memoria Histórica.

Ambos fueron asesinados el 23 de agosto de 1936 por ser la mujer y el hijo de Isaac Cabo Pérez, un berciano afincado en Flores del Sil (León), afiliado al sindicato UGT, cuya familia fue duramente castigada por su afinidad con la República.

Según ha recordado el regidor en el acto, después de la madre y al niño también fueron asesinados el padre de este sindicalista, Demetrio Pérez; su madre, Visitación Cabo; sus hermanos Demetrio y Victorino; y su cuñado Salvador.

Tras este hallazgo de los restos, a propuesta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, el Ayuntamiento de León aprobó dedicarles una calle.

La placa fue descubierta hoy en este barrio leonés en un acto emotivo al que acudieron un centenar de personas y donde se depositó un ramo de flores.

En su discurso, el sobrino de Jerónima ha expresado el "disgusto" de la familia, porque el Ayuntamiento de Ponferrada (León), al que pertenece Flores del Sil, lugar en el que ocurrieron estos hechos, no haya "reconocido este asesinato con una calle", como ha hecho el Ayuntamiento de León.

En el acto estaban, además de autoridades como el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, Juan Rodríguez Zapatero, nieto del capitán Lozano y hermano del presidente del Gobierno.

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