Leticia de Borbón existe: es de origen alicantino y la nueva marquesa de Balboa

  • La noble reside en Madrid y ha heredado el título de su progenitor, Alfonso de Borbón, formador de diplomáticos y fallecido hace un año.
La Reina Letizia
La Reina Letizia
EFE

Aunque en la nobleza parece que está todo contado, la combinación de Leticia y el apellido Borbón existe. Concretamente la afortunada se llama María Leticia de Borbón y de Rojas y es la nueva marquesa de Balboa. Se trata de uno de los últimos títulos nobiliarios que ha ratificado la ministra de Justicia, la socialista Dolores Delgado García -en nombre de Felipe VI-, un privilegio creado por Alfonso XII y que era hasta 2009 propiedad de Isabel de Borbón y Esteban. Una noble  que falleció sin descendencia y cuya última voluntad fue legar 600.000 euros de su patrimonio a una causa muy particular: los ancianos solitarios solitarios de la alta sociedad. Y para ello creó en 2009 la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos. Lo innovador de esta causa social es que se dará preferencia a las mujeres que "tuvieron una buena posición" y "que necesitan ayuda y no se atreven a solicitarla".

Diez años después, el marquesado de Balboa vuelve a tener dueña. Se trata precisamente de una de las gestoras de la fundación, cuyo padre -el formador de diplomáticos Alfonso de Borbón y de Caralt, recientemente fallecido- era primo de la generosa Isabel de Borbón y heredero de su título nobiliario. El BOE da cuenta de que se ha expedido la Real Carta de Sucesión en el título de Marqués de Balboa a favor de la mencionada María Leticia de Borbón y de Rojas, por distribución y posterior fallecimiento de su progenitor, también marqués de Esquilache. Y es que abolengo no le falta a estos primos lejanos de Felipe VI.

La marquesa de Balboa ha solicitado el título un año después de la muerte de su padre. Siguiendo las reglas no escritas de la nobleza, cuando muere el poseedor de un título nobiliario, suele ser habitual que su sucesor espere un tiempo de duelo antes de solicitar heredar dicho título. Tras la publicación del edicto en el BOE, se da un plazo de treinta días para que quienes se consideren con mejor derecho para ostentar el título que se requiera lo soliciten al Ministerio de Justicia.

Esta rama desconocida de los Borbón hunde sus raíces en Levante por línea materna. La mayor parte de la nobleza alicantina desciende de las antiguas grandes familias (los Pasqual, los Roca de Togores...) derivadas de la Reconquista de Jaume I. Por lo tanto, los nobles de la zona pertenecen a la vertiente catalano-aragonesa del nobiliario español. En el oeste peninsular la nobleza es de origen astur-leonés. Es importante diferenciar esta nobleza de tipo sanguíneo de las personas que ostentan un título otorgado por el monarca de la época en base a un privilegio real. 

La prima desconocida del Rey

María Leticia de Borbón es hija además de María Teresa de Rojas y Roca de Togores, Condesa de Casa de Rojas. Su hermana es María, marquesa del Bosch de Arés y su marido es Ramón de la Cierva, marqués de Mairena. Su otra hermana, Ana Isabel, marquesa de Beniel, falleció en 2011. La nueva marquesa de Balboa es además condesa de Torrellano, ya que está casada con Antonio de Benavides y González-Rivera. El condado de Torrellano es un título más antiguo que el de Balboa y hace alusión topográfica a una pedanía de Elche y fue creado en 1716 por el archiduque pretendiente Carlos de Austria.

Como curiosidad, Leticia de Borbón es descendiente de los hermanos Enrique y Alfonso de Borbón y de León, primos del rey depuesto Alfonso XIII, fusilados la madrugada del 1 de noviembre de 1936. Los hermanos Borbón y de León compartieron el cadalso con Ramiro Ledesma Ramos, periodista y fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (J.O.N.S.), y con Ramiro de Maeztu, periodista también.

La marquesa de Balboa sigue al frente de fundación que lleva su nombre para amparar a ancianas de la nobiliaria sin recursos. El cargo lo comparte con Olivia de Borbón y su hija. Su marido es Alfonso de Figueroa y Melgar, el duque de Tovar, que saltó a la prensa por ser condenado por falsificar títulos nobiliarios en los años ochenta y conseguir generosos honorarios a cambio. Estuvo residiendo en Estados Unidas hasta que prescribió el delito. Algunos de los afectados por sus falsificaciones siguen a día de hoy en los juzgados. Pero esta, sin duda, sí es otra historia, que ya abordamos:

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