Negociaciones de la Ley de Vivienda

Ábalos da portazo a UP y rechaza bajar a 5 pisos la consideración de gran tenedor

La Vicepresidencia segunda segunda ha planteado rebajar esta figura, que en el decreto antidesahucios está fijada en diez o más inmuebles. El ministro de Transportes rechaza medidas confiscatorias.

Ábalos
Ábalos da portazo a UP y rechaza bajar a 5 pisos la consideración de gran tenedor
EFE

El ministro de Transportes rechaza rebajar a cinco viviendas la consideración de "gran tenedor". Así ha respondido José Luis Ábalos al planteamiento de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, que había planteado esta medida en las negociaciones de la nueva Ley de Vivienda. El titular del ramo defiende mantener ese límite en diez propiedades ya está reflejado en otras normativas aprobadas por la coalición, como el decreto antidesahucios que fue alumbrado por el Consejo de Ministros en enero.

Ábalos ha asegurado en una rueda de prensa en Ferraz que la Vicepresidencia segunda será "coproponente" de la nueva Ley de Vivienda, despejando así las dudas sobre una de las polémicas que se organizaron la pasada semana cuando el propio ministro aseguró que sería su departamento quien redactaría el anteproyecto de ley. Las negociaciones se encuentran en este momento congeladas hasta después de las catalanas. "Estoy convencido de que vamos a llegar a acuerdos, soy optimista", ha afirmado Ábalos.

El ministro de Transportes también ha dejado claro que la futura ley respetará la Constitución en lo referido a la propiedad privada  y que no está previsto que se incluyan medidas "confiscatorias" o "expropiatorias". También se ha referido a que la intención del Gobierno es poner límites al "negocio" que han practicado determinados actores del sector. "Claro que lo ha habido", ha admitido Ábalos, mencionando los tiempos de la burbuja inmobiliaria.

El ministro de Transportes también ha asegurado que la política pública de vivienda "no puede descansar sobre los particulares", en clara referencia a algunas de las propuestas de sus socios, y que el Gobierno debe disponer de su propia normativa en este sentido. 

Fuertes divisiones en el Gobierno

La coalición ya ha incumplido el plazo pactado junto a los Presupuestos para llevar la ley a Consejo de Ministros. Tres meses, acordaron PSOE y Unidas Podemos la noche del 31 de octubre. Fue una velada intensa, algún negociador, de hecho, ni durmió, que acabó con compromiso inédito hasta la fecha: "Bajar los precios" del alquiler. Nunca se había llegado tan lejos a nivel estatal en un pacto que, por cierto, cerró Moncloa y no Transportes. Como comentaba un ministro de Unidas Podemos la noche de marras: "De todo lo que hemos arrancado al PSOE esto es lo más importante". Desde entonces la Ley de Vivienda está siendo una bomba de relojería para la coalición. Sólo ha habido dos reuniones y eso, para una norma capital tanto para el PSOE como para Unidas Podemos y en la ambos lados del Ejecutivo quieren dejar su impronta, anticipa continuos enganches en este mes.

La tensión en el Ejecutivo ha quedado evidenciada a lo largo de los últimos días. En el PSOE critican a sus socios abiertamente y en Unidas Podemos tampoco se esconden. Ambos hablan de "deslealtad" mutua. De poco sirvió la reunión de 'conciliación' de la semana pasada en el Congreso donde los socialistas reprocharon al equipo de Pablo Iglesias "radiar" la mayoría de las discrepancias que existen. Los morados replican que "pacta sunt servanda" y que es el PSOE quien no tiene "voluntad política".

Un dato: el propio Lucas tenía previsto entregar la semana pasada a sus socios el citado borrador elaborado en Transportes con un primer planteamiento para negociarlo. Lunes, martes, miércoles... Esa noche el número dos de Ábalos comunicó a Ione Belarra, la principal negociadora de la Vicepresidencia segunda, que se congelaban las negociaciones hasta después de las elecciones catalanas. Los socialistas no creen oportuno dialogar sobre un asunto nuclear entre mítines y cálculos electorales que prevén que sus socios morados retomen las conversaciones, el día 15, debilitados, más si cabe tras lo ocurrido en País Vasco y Galicia. En UP el malestar con sus copartícipes es máximo y ya advierten que pase lo que pase el 14-F van a seguir siendo "muy cabezones".

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