Líder de la izquierda alemana vence a los servicios secretos ante la justicia

  • Un tribunal de Colonia ha dado la razón al líder de La Izquierda alemana, Gregor Gysi, al determinar que los servicios secretos del país deben destruir todas las actas e informes que tengan sobre el político.

Berlín, 5 sep.- Un tribunal de Colonia ha dado la razón al líder de La Izquierda alemana, Gregor Gysi, al determinar que los servicios secretos del país deben destruir todas las actas e informes que tengan sobre el político.

"Los servicios de inteligencia han perdido totalmente. Deben poner fin al espionaje de La Izquierda en Alemania y en todos los estados federados", manifestó Gysi al diario "Leipziger Volkszeitung", que avanzó hoy la sentencia.

El líder del grupo La Izquierda había demandado al Departamento de Protección de la Constitución -uno de los tres componentes de la inteligencia alemana- tras desvelarse que muchos diputados de su formación, él incluido, se encontraban bajo vigilancia.

Los servicios secretos aseguraron que el partido no estaba siendo vigilado, pero reconocieron que sí se hacía seguimiento de actividades públicas de diversos diputados de la formación. en la que consideran que hay grupos extremistas que apuestan por un nuevo Estado marxista.

El tribunal de lo contencioso-administrativo de Colonia falló a favor de Gysi basándose en la sentencia que dictó el año pasado el Tribunal Constitucional alemán, que prohibió a los servicios secretos vigilar a otro diputado de La Izquierda por considerarlo una violación de su inmunidad como parlamentario.

Después de hacerse pública la sentencia de hoy, un portavoz del Departamento de Protección de la Constitución declaró que cumplirán con lo decidido por la Justicia.

Tras las últimas elecciones generales en Alemania y la formación de un Gobierno de gran coalición, La Izquierda es el principal grupo de la oposición parlamentaria, donde está acompañada por Los Verdes.

Gysi, líder del grupo, fue el artífice de la revitalización del postcomunismo tras la caída del Muro de Berlín en 1989, cuando se reunificaron las dos Alemanias.

Para lograrlo, tuvo que luchar contra los intentos del resto de las formaciones que trataron de arrinconarlo por ser el "heredero" de la República Democrática Alemana (RDA), acusándolo sistemáticamente de haber actuado como confidente de la policía política comunista, la Stasi.

En los primeros años, el Partido del Socialismo Democrático consiguió sus escaños gracias al voto obtenido en el antiguo territorio de la RDA pero, tras su fusión con los exsocialdemócratas de Oskar Lafontaine y su reconversión en La Izquierda, esta fuerza cobró impulso en todo el país.

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