Líder de Los Templarios mexicanos sufre duro golpe con muerte de un hermano

Morelia (México), 19 sep.- El narcotraficante más buscado de México, Servando Gómez Martínez, "La Tuta", líder de Los Caballeros Templarios, sufrió hoy un duro golpe con la muerte de un tiro de Aquiles Gómez Martínez, supuestamente uno de sus hermanos y más cercanos colaboradores.

La Fiscalía del estado de Michoacán (oeste de México) informó de que esta mañana encontró muerto de un tiro a Aquiles Gómez Martínez en una vivienda del puerto de Lázaro Cárdenas.

Las autoridades mexicanas habían identificado a Gómez Martínez como uno de los miembros de Los Caballeros Templarios que estaba en ascenso en la línea de mando de esa organización criminal.

Fuentes de la Fuerza Rural, una corporación estatal formada por los antiguos grupos de autodefensa locales con el fin de combatir a ese grupo delictivo, dijeron a Efe que Aquiles era uno de los principales operadores de "La Tuta", junto con otros dos hermanos identificados como Flavio y Luis Felipe Gómez Martínez.

El grupo nació como escisión de La Familia Michoacana en diciembre del 2010 y es acusado de tráfico de drogas, secuestros, desapariciones, homicidios, abusos sexuales, extorsiones a alcaldes y empresarios, amenazas y exportación ilegal de minerales en Michoacán.

Su cúpula estuvo formada por Nazario Moreno "El Chayo", Enrique Plancarte Solís "El Kike", Dionisio Loya Plancarte "El Tío" y Servando Gómez Martínez "La Tuta". De ellos los dos primeros fueron abatidos, el tercero arrestado y el último es el único que permanece libre.

Aunque las autoridades han dado fuertes golpes a esta organización, han identificado y buscan a al menos 22 de sus lugartenientes, jefes de plaza y sicarios, todos responsables de actividades criminales en Michoacán.

"La Tuta" es al parecer un profesor de escuela primaria que dejó las aulas para dedicarse al trasiego de marihuana hacia los Estados Unidos en la década de 1990.

El capo es famoso por las decenas de vídeos que su organización ha filtrado a medios de comunicación, algunos de ellos difundidos en YouTube, en los que se muestra a distintos funcionarios y políticos de Michoacán en reuniones amistosas con el narcotraficante.

Debido a los vínculos de complicidad del cartel con numerosas autoridades políticas, permanecen arrestados en la actualidad el exgobernador interino Jesús Reyna, varios funcionarios y varios alcaldes, así como el hijo del exgobernador Fausto Vallejo.

El año pasado grupos de autodefensa creados por ciudadanos se levantaron en armas en Michoacán contra los narcotraficantes, lo que llevó al Gobierno nacional a crear la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán.

Agentes de la Marina (Armada) de México abatieron a Moreno González y Plancarte Solís, mientras que Loya Plancarte fue detenido en un operativo especial.

México ofrece una recompensa de 30 millones de pesos (230.000 dólares) a todo aquel que facilite información que permita la captura de "La Tuta".

Luis Felipe, uno de los hermanos de "La Tuta", fue arrestado y sentenciado a cuatro años por posesión de arma de fuego, aunque cumplió su sentencia y fue liberado en agosto del 2013 para ocupar desde entonces altos mandos de este grupo.

Después de los hermanos de "La Tuta", en la jerarquía están Nicandro Barrera Medrano "El Nica", Ignacio Andrade Rentería "El Cenizo" y Miguel Ángel Gallegos Godoy "El Migueladas", los cuales son supuestamente responsables de coordinar las actividades del cartel en diversas regiones del estado.

Las autoridades también tienen en la mira a Gerardo Orozco Flores, jefe de seguridad de "La Tuta", y a sus escoltas Eligio Hernández García "El Lico", Jaime Bustos Cabrera "El Grande", César Carrillo Tapia "El Carrillo"; Jovany Michel Rico "El Jocker", y Heriberto Hernández Sánchez "El Chelis".

Por todos estos narcos, acusados del asesinato en julio de 2010 de 12 policías federales que los investigaban en el municipio de Arteaga, las autoridades ofrecen 18 millones de pesos (1,35 millones de dólares).

Los jefes de sicarios son Jorge Luis Valencia Arzate "El Chuki" y Pablo Serrato Magaña "La Morsa", quienes son señalados como autores del homicidio de 10 policías federales en una emboscada en junio del 2010 en el municipio de Zitácuaro.