Bruselas, 20 mar.- Los líderes de las instituciones comunitarias y de la patronal y sindicatos de la Unión Europea (UE) coincidieron hoy en la necesidad de impulsar el crecimiento en Europa, pero discreparon sobre las medidas necesarias para afianzar la recuperación económica y crear empleo.
Los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeos, José Manuel Durao Barroso y Herman Van Rompuy, respectivamente, hicieron hincapié en la tímida mejoría producida en los últimos meses, aunque reconocieron los retos pendientes y abogaron por profundizar en las reformas ya emprendidas para afrontarlos.
"Hay motivos para un optimismo moderado", dijo al término de la cumbre social tripartita Van Rompuy, que se refirió a la creación de empleo como el principal desafío de los Veintiocho, e insistió en que Europa "no se puede quedar estancada en una pobre recuperación económica".
Barroso, por su parte, reconoció que "el desempleo es motivo de preocupación, en particular el que afecta a los jóvenes" y que su alta incidencia impide afirmar que la crisis se haya superado.
En ese contexto, recordó los esfuerzos comunitarios por ayudar a los Estados miembros a combatir el problema.
Asimismo, mencionó la necesidad de profundizar en las reformas e "invertir en políticas que puedan facilitar un crecimiento duradero y crear más trabajo y de calidad", por ejemplo, a través de la política industrial.
Mientras, la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Bernardette Ségol, recordó en la UE que hay 26 millones de parados que no perciben ninguna mejoría, pese a que desde las instituciones europeas se hable del final de la crisis.
"Todos opinamos que hace falta crecimiento, y que este debe servir para crear empleo", dijo Ségol, que consideró, sin embargo, "muy peligroso" seguir en la misma línea de políticas emprendidas, "que no han llevado a ninguna mejora del paro, sino a una mayor precariedad".
"Haría falta un proyecto europeo de inversiones", añadió la secretaria general del CES, quien criticó además la caída de los salarios reales en la UE en los últimos años y pidió medidas para aumentar los sueldos y elevar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
Por su parte, el director general de la patronal europea Business Europe, Markus Beyrer, destacó que se están empezando a ver los resultados de los esfuerzos asumidos a nivel europeo, aunque hizo hincapié en la necesidad de profundizar en las reformas ya emprendidas.
En ese contexto, recordó que hasta la fecha los Estados miembros solo han puesto en marcha el 23 % de las recomendaciones específicas por país que la CE lleva a cabo, dentro del proceso de supervisión y coordinación económica conocido como "semestre europeo".
La cumbre europea de primavera tuvo por objetivo "explorar maneras de reconstruir la confianza en Europa", con motivo de las primeras y moderadas señales de recuperación económica.
En particular, se habló del llamado semestre europeo, que es el calendario para coordinar las políticas económicas y presupuestarias de la UE y la eurozona, y de los planes en el materia de industria y energía, con el objetivo de impulsar el crecimiento y el empleo.
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