Líderes revolucionarios encararán divididos las presidenciales ucranianas

  • Los dirigentes revolucionarios que derrocaron en febrero al presidente Víktor Yanukóvich fueron hoy incapaces de acordar una candidatura única y encararán divididos las elecciones presidenciales del 25 de mayo.

Boris Klimenko

Kiev, 29 mar.- Los dirigentes revolucionarios que derrocaron en febrero al presidente Víktor Yanukóvich fueron hoy incapaces de acordar una candidatura única y encararán divididos las elecciones presidenciales del 25 de mayo.

"Ucrania vive momentos difíciles. No podemos equivocarnos. La época del populismo político ha pasado. La única forma de ganar es que las fuerzas democráticas presenten un candidato único", aseguró Vitali Klitschkó durante el congreso de su partido UDAR (Golpe).

Contra todo pronóstico, el retirado púgil, que era la apuesta segura de la Unión Europea y, en particular, de Alemania, renunció a la carrera presidencial en favor del empresario Petró Poroshenko, el principal patrocinador del Maidán.

Según una última encuesta, Poroshenko, antiguo colaborador del presidente Víctor Yúschenko en la Revolución Naranja de 2004, encabeza con claridad las preferencias de los ucranianos, muy por delante de Klitschkó y de la ex primera ministra Yulia Timoshenko.

"Nos alzamos y peleamos juntos en el Maidán (corazón de las protestas antigubernamentales) y trabajaremos codo con codo por la transformación de Ucrania", proclamó.

En su lugar, Klitschkó adelantó que presentará su candidatura a la alcaldía de Kiev, con el fin de "convertirla en una capital europea".

"Debemos convertir a nuestro país en un auténtico país europeo. Las reformas y todo lo demás debe empezar por la capital", dijo Klitschkó, que ya intentó otras veces sin éxito encabezar el consistorio kievita.

Al contrario que en la Revolución Naranja, en la que tuvo un mayor protagonismo, durante el Euromaidán Poroshenko se mantuvo casi hasta el final en un segundo plano, lo que le benefició y, en cambio, perjudicó a líderes como Klitschkó que se desgastaron durante los tres meses de crisis.

Conocido como "El Rey del Chocolate", ya que labró su fortuna con la venta de dulces y bombones, Poroshenko es uno de los hombres más ricos del país y ganó muchos puntos cuando Rusia bloqueó las exportaciones de su emporio, Roshen.

Nada más recibir el apoyo de UDAR, Poroshenko llamó a Timoshenko a respaldar su candidatura, pero la carismática política no sólo no aceptó el guante, sino que se lo devolvió al declarar "una guerra personal contra los oligarcas".

Timoshenko, que salió en libertad el pasado 22 de febrero tras más de dos años y medio de cárcel, recibió hoy el apoyo unánime a su candidatura durante el congreso federal de su partido, Batkivschina (Patria).

Pocos esperaban que la exgobernante siguiera por vez primera en su carrera el consejo de renunciar a sus ambiciones personales en favor del candidato más popular, más aún cuando ésta vez vivió la revolución desde la barrera.

Cuando asumió el cargo de primera ministra tras la victoria de la Revolución Naranja, Timoshenko se enfrentó abiertamente a Poroshenko, al que acusó de corrupción, lo que la enemistó con el entonces presidente, Víctor Yúschenko, quien la acabó destituyendo.

Según los expertos, las luchas entre ambos fueron el detonante de la ruptura de la coalición naranja y del posterior retorno al poder del defenestrado Yanukóvich, ahora exiliado en Rusia.

Su programa político no ha variado con el paso por prisión, ya que sigue defendiendo el ingreso en la Unión Europea y en la OTAN, al tiempo que demanda un aluvión de sanciones contra Rusia por la anexión de Crimea.

"Si no lo hacemos, siempre estaremos solos frente al agresor y pareceremos débiles. Debemos integrarnos en las alianzas militares del mundo occidental", dijo.

En un intento de ganar votos, Timoshenko ya adelantó esta semana su lema electoral: "Considero a Vladímir Putin el enemigo número 1 de Ucrania".

También va por libre el líder del partido nacionalista Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnibok; mientras el Maidán estará representado por la popular médica Olga Bogomolets, que dirigió los servicios médicos durante los tres meses de protestas en Kiev.

En cuanto al antaño gobernante Partido de las Regiones (PR), excluyó hoy de sus filas a Yanukóvich y al destituido primer ministro Nikolái Azárov, en un intento de no caer en el ostracismo electoral.

La decisión de Yanukóvich de abandonar Kiev el 21 de febrero para viajar a Járkov generó un vacío de poder aprovechado por la oposición para asumirlo.

Algunos de sus partidarios criticaron esa actitud y le acusaron de dejarles en la estacada.

Tras un acalorado debate, el PR presentará al exgobernador de Járkov, Mijaíl Dobkin, como candidato a las presidenciales, en perjuicio de Serguéi Tiguipko, antiguo presidente del Banco Central y jefe de campaña electoral de Yanukóvich.

Mientras, Rusia sigue insistiendo en que, antes de celebrar las presidenciales, Ucrania debería hacer una profunda reforma de la Constitución para convertir el país en una federación que reconcilie los intereses del Oeste europeísta y el Este rusoparlante.

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