Tras siete semanas de negociación

Límite 24 horas en Bruselas: Ribera apura el plazo para cerrar el tope al gas

El Gobierno y la Comisión celebran una última reunión para concretar el mecanismo y quién pagará el coste de la isla energética. Moncloa, a la espera de la cita para convocar el Consejo de Ministros extraordinario.

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Ribera apura las horas para cerrar el tope al gas con el Gobierno en el aire.
Europa Press

Hoy, salvo sorpresa, la Comisión Europea dará su visto bueno a topar el precio del gas en el 'pool' eléctrico en España y Portugal. Aunque este último ya adelantó que esta excepción ibérica tendría luz verde -y que fuentes gubernamentales confirmaron- todavía hay algunos detalles por negociar entre ambos países para que la isla energética sea una realidad. "Hemos estado trabajando con nuestros colegas portugueses en unos detalles técnicos que, a veces, pueden resultar un tanto complejos. Una vez superada toda esta etapa, esperamos poder aprobarlo el viernes", dijo ayer la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. En medio de esta incertidumbre, el Ejecutivo atraviesa una de sus crisis más sonadas en lo que lleva de legislatura. Un caso de espionaje que se ha llevado por delante a la jefa del CNI, que ha enfrentado a ministros y que ha puesto contra las cuerdas el apoyo de sus socios.

Conseguir topar el precio del gas es uno de los objetivos de los que el Ejecutivo presume. Una realidad que permitió ayer al presidente Sánchez airear sin complejos en el Congreso que a España ahora se le respeta en Europa. En caso de que se confirme esta noticia, la Comisión Europea llevará a cabo una decisión histórica. De esta forma, el gas -que es el hidrocarburo que marca los precios de compra y venta en el mercado energético porque así se diseñó- tendría un precio limitado. Esta actuación permitiría a los consumidores -principalmente del mercado regulado (el 40%)- beneficiarse de un precio algo menor del que hasta ahora se ha pagado. No obstante, la gran mayoría de los expertos coinciden en que la factura seguirá estando por encima de los 100 euros.

El tope al gas se aprobó de forma preliminar en el Consejo Europeo celebrado el 24 y 25 de marzo. El mensaje de Sánchez fue triunfalista. Así, afirmó que en "tres o cuatro semanas" esta decisión sería una realidad. No obstante, este viernes se cumplirán siete semanas desde aquel anuncio. Lo que demuestra la complejidad del escenario. Mientras tanto, el principal partido de la oposición presiona al Gobierno y lo califica de "incapaz" por no haber aprobado aún el límite al precio de la electricidad generada a partir del hidrocarburo. Por otro lado, y una de las preguntas que siguen abiertas, es hasta cuándo permitirá Europa mantener esta excepcion ibérica. Aunque desde el Gobierno confían en que esta se mantenga hasta finales de año, existen muchas incógnitas a medio plazo. Una de ellas, sin ir más lejos, es el probable corte de suministro de gas en invierno en Europa.

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Ribera apura las horas para cerrar el tope al gas con el Gobierno en el aire.

humberto bilbao

Hay que tener en cuenta que la presión que tiene la Unión Europea con la denominada isla energética no es banal. Así, otros miembros pidieron hace escasas semanas topar el precio del gas en sus territorios. Entre los países que demandaron esa propuesta está Italia, cuyo presidente, Mario Draghi, sigue siendo un peso de fuerte influencia en los despachos de Bruselas. Esta petición del presidente italiano se debió a que la patronal Confindustria pidió fijar un techo máximo al precio de las ofertas de generación de electricidad con gas. Además, el país que dirige el que fuera presidente del Banco Central Europeo adquiere mucha más importancia en Europa tras convertirse en el nuevo socio prioritario de uno de los principales suministradores de gas: Argelia.

Una de las preguntas ahora por resolver es cómo se financiará el sobrecoste que va a generar reducir los beneficios de aquellas eléctricas especializadas en ciclos combinados, ya que el precio del gas se venderá a un precio limitado en el 'pool'. La vía que plantea Ribera es que esa cantidad de dinero que no ingresan las eléctricas sea financiada a través de un nuevo cargo en el recibo de la luz de los consumidores. En caso de que Europa confirme el tope, los expertos energéticos afirman que el recibo de la luz se podría ver lo suficientemente reducido como para que el consumidor no aprecie apenas el nuevo concepto de financiación, que se añadiría en la factura. 

Lo que queda descartado es que se reduzcan los precios de los peajes (el coste del transporte y la distrbución de la electricidad) y de los cargos (como, por ejemplo, la financiación de las renovables) de la factura de la luz. Porque lo único que provocaría sería escurrir el bulto y volver al fantasma del déficit de tarifa (por el que seguimos pagando 2.300 millones todos los años). Durante muchos días de los últimos meses, el gas quemado de los ciclos combinados no ha tenido incidencia sobre la factura de la luz. En su lugar, han sido las renovables las que han marcado el precio (sobre todo la energía solar). Los meses que vienen ahora -con el buen tiempo- invitan al optimismo para pensar que la repercusión de la solar será mayor que la del gas sobre el precio de la factura.

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