Linde alerta de una caída del consumo e inversión en Cataluña si no acaba la crisis

  • El gobernador del Banco de España alerta que si se prolonga a incertidumbre afectará al turismo y los proyectos extranjeros. 
Luis María Linde
Luis María Linde

Si la situación de Cataluña no se reconduce "dentro del marco" legal, la región sufrirá una caída del consumo y freno irremisible en los proyectos empresariales, estimó hoy el gobernador del Banco de España, Luis María Linde. "Puede afectar a la inversión empresarial en Cataluña, dado que el entorno de incertidumbres retrasaría la realización de nuevos proyectos de inversión y postergaría las decisiones de contratación", refirió Linde durante su intervención en el 'Club XXI'

Linde dibujó dos escenarios: uno donde la situación se "normalice" dentro del "marco legal auténtico" en los próximos meses y el impacto sería "moderado", mejor del que el propio organismo estimó hace unas semanas en su Informe de Estabilidad Financiera y donde auguró un efecto de entre el 0,3 y 2,5% en el bienio 2018-2019. Y otro donde la situación continúe enquistada y que dañaría a la actividad porque "una nueva pérdida de confianza" puede motivar que las familias aumenten su ahorro "por motivo de precaución y pospongan sus decisiones" de compra de bienes de consumo duradero y compra de vivienda.

Pero sobre todo, advirtió del efecto directo sobre la "inversión empresarial en Cataluña", retrasando la ejecución de nuevos proyectos y "postergaría las decisiones de contratación". Además, -alertó-, "estos efectos sobre las decisiones de inversión y consumo se podrían extender tanto a los agentes residentes como a los no residentes, afectando negativamente a variables como el turismo o la inversión extranjera".

El gobernador avisó de que en el peor escenario el daño para Cataluña "como en el conjunto de la economía española" sería peor de lo estimado. En favor de una solución acordada entre los agentes políticos, reivindicó que la aplicación del artículo 155 de la Constitución ha contribuído a aliviar las tensiones económicas, contribuyendo a corregir la volatilidad de los mercados y la prima de riesgo. La deuda soberana se sitúa, de hecho, en uno de los mejores niveles desde 2010 al haber reducido la diferencia frente a la referencia alemana a 85 puntos, después de que Fitch Rating mejorase sus calificaciones la semana pasada.

La crisis de Cataluña es un riesgo para el favorable crecimiento del país. Según avanzó Linde, el PIB habría crecido un 3,1% durante 2017 -un dado que aún debe certificar el INE-. Se trata de un crecimiento similar al de 2015 y 2016, superando "claramente" al observado en la zona euro. De hecho -subrayó-, "el año pasado hemos recuperado el nivel, en términos reales, de PIB anterior a la crisis".

El pronóstico del organismo supervisor es que la actual fase expansiva se prolongue durante los próximos años, con avances "significativos" en la actividad y empleo, aunque su desempeño será menor al observado en el último trienio. La desaceleración será producto de un enfriamiento del consumo y de los impulsos de las políticas monetarias, a las que Linde atribuyó la mitad del crecimiento experimentado por la zona euro.

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