Los 630 inmigrantes del Aquarius llegan a España tras su 'infierno Mediterráneo'

  • El barco humanitario Open Arms acompaña al Aquarius (en el que hay 51 mujeres, 45 hombres y diez menores) en su entrada al puerto.
Llega el Aquarius
Llega el Aquarius

Primero fue una flotilla, de la que un joven de 29 años venido de Sudán del Sur fue el primero en pisar la tierra de sus sueños. Lleva en su cara el miedo del naufragio, la angustia y la insolidaridad de muchos. Más tarde llegaban los más vulnerables, recibidos con los brazos abiertos en Valencia, con Médicos sin Fronteras a la cabeza. El barco Aquarius, ya es el de la dignidad, aunque hoy mismo en España cientos de inmigrantes llegaban en patera y dormían en albergues en medio del silencio y de la indiferencia. Y lo seguirán haciendo. Pero al menos, por un día, contemplando los rostros y acogiendo a las 630 personas de 26 nacionalidades que forman la flota del Aquarius, nos hemos sentido algo más humanos y nos hemos puesto en la piel de esos niños y embarazadas a las que nadie quería.

La esperanza dentro del Aquarius
La esperanza dentro del Aquarius./SOS Mediterranee

El barco humanitario Open Arms acompañaba al Aquarius (en el que convivían 51 mujeres, 45 hombres y diez menores) en su entrada al puerto, donde poco antes de las siete de la mañana atracaba el Datillo, con 274 migrantes de bordo, y al que seguiría finalmente el tercer buque de la flotilla, el Orione, con 250 personas.

A bordo del Aquarius viajaban los migrantes considerados más vulnerables, entre ellos seis mujeres embarazadas, una decena de menores y una veintena de personas con quemaduras provocadas por la mezcla del fuel de los motores de las embarcaciones en las que viajaban y el agua salada del mar.

Alegría al ver acercarse el sueño en el Aquarius
Alegría al ver acercarse el sueño en el Aquarius/ SOS Mediterranee

'Esperanza del Mediterráneo'. Así se ha llamado al dispositivo de acogida de los tres barcos que ha movilizado a 2.300 personas entre voluntarios, sanitarios, policías, traductores y otros efectivos. Todo un ejército de buena gente.

Un final momentáneamente feliz que arrancó de muy distinta manera el lunes, después de que Italia y Malta se negaran a recibir a los refugiados y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, diera instrucciones para su acogida y las autoridades valencianas ofrecieran Valencia como puerto seguro.

El desembarco se ha prolongado durante más de siete horas en una mañana de domingo, desde que al amanecer, a las 6.30 horas, se empezara a vislumbrar entrando por la bocana del muelle 1 del Puerto el Dattilo de la Guardia Costera de Italia. El Aquarius, el buque que da nombre a la flota, le tomaba el testigo cuatro horas después.

El éxito y la cara más humana del operativo ha quedado enmarcada con las sonrisas, cánticos y la "actitud de esperanza" que se han encontrado los sanitarios que han atendido a los inmigrantes a bordo del barco italiano Dattilo y el operativo que les ha recibido a pie de muelle, que han destacado su "lección de civismo".

El primer balance médico es positivo, con la mayoría de personas en condiciones aceptables a pesar de la fatiga de la travesía. Algunas embarazadas ya han sido trasladadas a hospitales y menores y adultos también asistidos. Los inmigrantes presentaban a su llegada más patologías leves de lo esperado, la mayoría quemaduras, malestares y escoriaciones de piel.

Los migrantes desembarcaron en grupos de 20 personas y pasaron por los diez puestos habilitados en caso de necesidad de atención médica o traslado hospitalario a la red pública valenciana. Los que no precisaron de asistencia pasaron a las carpas de espera para recibir apoyo psicológico por parte de efectivos de Cruz Roja, donde aguardaron previsiblemente un máximo de 90 minutos hasta el proceso de filiación de la Policía Nacional.

La organización humanitaria les ayudará en su integración sociolaboral, mediante el conocimiento del idioma y de la cultura donde se integrarán. Posteriormente serán llevados a centros de acogida en función de las características de los migrantes, para respetar la agrupación familiar y la unidad de los menores. Las mujeres a bordo de la flota recibirán atención especial para detectar si han sido víctimas de trata.

Cruz Roja entregó mil kits de primera necesidad -calzado, ropa, higiene y barritas energéticas para bebés-- y 15 toneladas de productos alimentarios. En el puerto de Valencia esperaban un centenar de camas y otras cien de reserva, así como un albergue provisional con capacidad para 350 personas. 

El interés por este punto de inflexión ha traspasado fronteras: más de 600 periodistas de 160 medios de comunicación nacionales, países europeos e incluso China y Estados Unidos han estado pendientes de la acogida desde la dársena del Puerto. Casi uno por cada inmigrante desesperado, cosas de Occidente. Los conductores de los autobuses públicos de Valencia también han mostrado su cara más humana, al ofrecerse diez como voluntarios para transportar a la prensa al epicentro en las lanzaderas.

Todos los inmigrantes de la flotilla del Aquarius tendrán autorizada una entrada extraordinaria a España por motivos humanitarios de 45 días, una vez pasen los trámites documentales por parte de la Policía. A partir de ese momento, estarán tutelados por ONG y por parte del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Podrán ir a Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) los que se encuentren en determinadas situaciones, en función de lo que determine la autoridad judicial. Es decir, volverán al anonimato y muchos de ellos a la pesadilla. Pero hoy, recibidos con aplausos y sonrisas, se han sentido todos (y nosotros con ellos) algo más humanos.

por razones humanitarias

El Gobierno amplía a 45 días el permiso de estancia

El Gobierno de España está ofreciendo a los inmigrantes de la flotilla del Aquarius un permiso de estancia de 45 días en territorio nacional, tras determinar que se trata de una entrada extraordinaria por razones humanitarias. Así lo ha explicado en el puerto de Valencia el inspector jefe de la comisaría general de Extranjería y Fronteras, Bernardo Alonso, quien ha precisado que, después de esos 45 días, tendrían que regularizar su situación, bien pidiendo asilo o bien pidiendo la residencia, según lo que establezca la ley de extranjería.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró ayer que los inmigrantes de la flotilla del Aquarius tendrán una autorización especial de un mes. Bernardo Alonso ha indicado hoy que el ofrecimiento que hace el Gobierno español es que todos tienen derecho a solicitar protección internacional, y ha explicado que, dado que Francia se ha ofrecido a acoger a algunos de estos inmigrantes, se les está preguntando si querrían ir al país vecino.

Alonso ha indicado que ninguno de los inmigrantes que han atendido hasta el momento han presentado su documentación, solo han dicho su nacionalidad -los hay subsaharianos, asiáticos y magrebíes, ha dicho-, y que se está mirando si alguno de ellos tiene orden de expulsión. El trámite documental que llevan a cabo tras el triaje y la atención médica inicial, y que un total de 356 policías nacionales participan en este operativo, en el que se intenta que las identificaciones sean "lo más rápidas posibles".

Preguntado acerca de si algunos de esos inmigrantes podrían ser internados en un Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE), ha señalado que en aquellos supuestos en que se dé una situación determinada se hablará con la autoridad judicial para que lo determine.

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