En Argentina rige ley seca y prohibición de reunión pública en una jornada en la que la atención está centrada en las elecciones presidenciales. Sin embargo a la hora del almuerzo, 13H00 locales (16H00 GMT), se sintió una suerte de larga aspiración, una suspensión de la rutina en las calles.
Los Pumas perdieron 29-15 contra Australia y pelearán por la medalla de bronce del Mundial el próximo viernes frente a Sudáfrica.
"Llegamos hasta la semifinal, fue un partido tremendo, jugaron palo a palo (muy parejo)", dijo a la AFP en tono de orgullo y consuelo Juan Manuel Otero, un joven de 18 años que práctica el rugby desde pequeño en el club San Andrés de la zona de Tigre, un pintoresco y populoso distrito al norte de la capital donde conviven lujosos condominios con barriadas pobres.
Muchos de los integrantes de Los Pumas son precisamente de Tigre y la vecina San Isidro, lugares donde lo más evidente fue que la mayoría de los habitantes se encerraron a ver con los suyos la semifinal en Inglaterra.
"Va a haber revancha en cuatro años y vamos a ganar", aseguró Otero, que siguió emocionado el partido en la casa familiar junto a unos 14 integrantes de su clan.
Los comercios más pequeños que abrieron, como almacenes o quioscos de barrio, tenían una televisión o radio encendida que narraba el partido.
"Solo sé que lo dejaron todo. Yo no sé de rugby, pero me entra el orgullo de que son argentinos y que la pelearon para llegar tan lejos", dijo a la AFP Mari Luz Quintero, vendedora de 47 años en una panadería en Palermo, en la capital.
En las redes sociales abundaron los mensajes de solidaridad con su seleccionado y el hashtag #VamosPumas era uno de los temas tendencia.
"Todo mi respeto y admiración por los #VamosPumas, gracias por enseñarnos tanto a nuestro pueblo. Son un ejemplo!", escribía una de las internautas.
Los candidatos a la presidencia y la mandataria Cristina Kirchner votaron todos antes de que empezara el crucial encuentro en Inglaterra.
"Contagiémonos del espíritu de Los Pumas, ellos son desde mi punto de vista lo que debe ser Argentina con esa garra, ese orgullo, esa fuerza para llevar la camiseta argentina", dijo el oficialista Daniel Scioli al votar en Villa La Ñata, su bastión en la provincia de Buenos Aires que gobierna desde 2007.
"Como deportista valoro el trabajo que han hecho Los Pumas que llegaron allí con voluntad, sacrificio y paciencia", agregó Scioli, excampeón de motonaútica que perdió su brazo derecho en un accidente en 1989.
Macri, de 56 años, también se refirió a la selección de rugby que enfrentó a los Wallabies.
"Voy a ir a almorzar con mis hijos en la quinta (casa de campo) y obviamente voy a ver a Los Pumas que son un ejemplo de la Argentina que queremos", dijo el político, esperanzado de su victoria y la de la selección local.
El tercero en discordia, Massa, de 43 años, no hizo alusión al juego en sí y se limitó a apostar a un cambio político gane quien gane. "Nosotros creemos que hoy nace una nueva Argentina, hoy termina una etapa, empieza otra", indicó.
El partido fue transmitido por la televisión pública, cuando normalmente es un deporte reservado para los canales deportivos de cable.
A la sombra del fútbol, en Argentina el rugby es un deporte amateur que se práctica sobre todo en los suburbios acomodados de Buenos Aires y algunas provincias del país.
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