Lo menos conocido de Marta del Castillo: "Ninguna vidente supo su plato favorito"

Concentración para que se repita el juicio de Marta del Castillo
Concentración para que se repita el juicio de Marta del Castillo
EFE

Cuando se cumplen diez años de la desaparición y muerte de Marta del Castillo La 2 ha emitido en Documentos TV un especial de una hora de duración en el que muestran imágenes nunca vistas antes de esta joven sevillana a la que su ciudad todavía le llora. Su cuerpo sigue sin aparecer, pero su padre se despide de ella todas las noches y le deja un mensaje: "Hija, confía en tu padre y demos tiempo al tiempo".

Durante el especial 'Marta, la niña de Sevilla' se recogen testimonios de sus padres, abuelo, mejor amiga y personalidades de la judicatura, la policía, la criminología, el periodismo y la psiquiatría forense. Empieza la cinta con imágenes de Marta de bebé, bañándose en la playa, en la guardería, en una actuación del colegio... "Era una niña muy feliz. Cuando se reía sonaban como cascabeles", dice Alejandra Portillo, que todavía guarda la camiseta con la que Sevilla entera salió a la calle para pedir justicia. 

No olvida el día que "con ocho añitos" me invitó a comer a su casa y vi como en los macarrones se "echaba muchísimo azúcar". Es uno de los secretos de la que fuera "novieja" de Carcaño y que salio de su casa un 24 de enero de 2009 para no volver. "Muchas videntes han llamado para decir que hablaban con ella y cuando le preguntaba por su comida favorita pocas dijeron macarrones y la que lo dijo ninguna contó que los tomaba con tomate y azúcar", relata el padre, Antonio del Castillo.

Tiene como foto fija ese momento en el que la vio por última vez. El llegaba de comprar y estaba en el portal con Miguel Carcaño. "¿No te iras a subir a la moto no?" le dijo. Fueron sus últimas palabras con ella. El abuelo,  José Antonio Casanueva, también recuerda ese último instante en el que le pidió dinero para comprar romero. La familia seguirá en su búsqueda del "cuerpo bonito" de su hija, como la describió su madre, Eva Casanueva, en la carta que dirigió al único que está encarcelado por la muerte de su hija. No tuvo respuesta. Solo quiere saber donde está el cuerpo.  "Cuando aparezca dejaré de estar en los medios", relataba el padre a La Información nada más saberse que no podían personarse como acusación particular en la causa en la que El Cuco y su madre tienen que testificar por posible falso testimonio. Eso en cuanto a la vía judicial, porque todos los que aparecen en el documental parecen tener claro que "sabe mucho más de lo que dice".

"Descubrirán a una persona educada en la sencillez de lo corriente, dentro de los valores de la familia, la amistad y el amor. Es un homenaje a Marta del Castillo y a su personalidad, a la persona que había y hay detrás del caso y de su crimen ruin aún no resuelto del todo, puesto que 10 años después los restos de la víctima no han aparecido. El documental aporta vídeos inéditos e íntimos cedidos por la familia y su mejor amiga", explica el guionista Jenaro Castro del documental.

En ellos se conoce que el plan perfecto de Marta y su mejor amiga era comprar chucherías y comérselas mientras veían una película de Disney en casa "cantando a pleno pulmón" todas las canciones. Que al padre le dijeron que había visto muchas películas cuando pedía que la investigación de su muerte se llevara de otra manera. Que Marta vivió una vida corta pero plena, llena de felicidad y de inquietudes. Que fue educada en la sencillez de lo corriente, dentro de los valores de la familia, la amistad y el amor. Que si hubiera vivido sería una gran luchadora de los derechos de todos. Que le encantaban los niños...

El documental acaba dando las gracias a toda la familia por dejar contar esa Marta que nunca antes se había visto. La madre ya no cree en los finales felices como en las películas que veía su hija. Solo quiere uno que, aunque sea triste, sea "digno para el que se ha ido y justo para el que se queda". Su padre, que está convencido de que el cuerpo de su hija aparecerá, pero por una casualidad,  le pide que "confíe y de tiempo al tiempo" y su abuelo repite algo que todos los vecinos sienten: "Sevilla no te olvida ni te olvidará". 

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