Los comerciantes afectados de Bilbao: Pasaron como el caballo de Atila

  • Los comerciantes de las zonas de Gran Vía y el Casco Viejo de Bilbao más afectadas por los disturbios sucedidos ayer han destacado la violencia empleada por sus autores, que "pasaron como el caballo de Atila", ha dicho uno de ellos, así como la falta de seguridad policial, sobre todo durante la manifestación de la mañana.

Bilbao, 4 mar.- Los comerciantes de las zonas de Gran Vía y el Casco Viejo de Bilbao más afectadas por los disturbios sucedidos ayer han destacado la violencia empleada por sus autores, que "pasaron como el caballo de Atila", ha dicho uno de ellos, así como la falta de seguridad policial, sobre todo durante la manifestación de la mañana.

Los establecimientos han tratado hoy de recuperar la normalidad después de lo ocurrido, aunque buena parte de ellos han tenido que proteger sus escaparates con maderas al tener las lunas rotas.

Entre los locales más afectados, está la sucursal de la BBK de la calle Correos, en la parte vieja, que quedó completamente destrozada.

"Con la BBK se ensañaron. Abrieron el cristal con un mazo y tablas de madera. Entraron, cogieron un ordenador y una silla, y pusieron dentro un petardo. La Ertzaintza llegó bastante tarde, cuando ya habían roto a sus anchas", han asegurado a Efe las empleadas de la tienda de enfrente, Yves Rocher, que también quedó dañada.

"Fue todo muy rápido y no nos dio tiempo a reaccionar", ha lamentado una de las dependientas, que a la llegada de los encapuchados, bajaron la persiana apresuradamente y apagaron las luces con tres clientas en el interior.

A este comercio le rompieron la luna, les saltaron cristales hacia dentro y les pintaron "FMI, lapurrak (ladrones)".

Una dependienta del Adolfo Domínguez de la calle Correos ha relatado que "empezó a haber gente rara, se empezaron a acumular por grupitos y fueron hacia el paso de peatones del Arenal".

Después, "pusieron contenedores en la carretera y quemaron uno" y tras la llegada de la Ertzaintza, se dispersaron por la calle Correos.

"Pasaron por aquí a romper, como el caballo de Atila", ha añadido Eva.

Cerca está el Café Lago de Correos, donde su dueño, Boni García, presenció con detalle la algarada: "Nos quitaron una silla, fue la que tiraron a Movistar y les rompieron la luna. Cerramos y esperamos a que pasase. Estuvimos hasta las 9 de la noche, pero ya no había nadie en la calle".

En el bar Arantza, de la calle Sombrerería, han explicado que metieron las cosas para adentro mientras entraba gente para refugiarse.

"Bajamos un poco la verja, pero uno de ellos nos dijo que no pasaba nada, que con nosotros no iba la cosa", ha asegurado.

En la zona de Gran Vía, también se han acumulado desde primera hora los vehículos de cristaleros para reparar las lunas.

Fue testigo del comienzo de los disturbios Faustino Bermejo, responsable de El Corte Inglés de Electrónica, quien veía hoy un vídeo sobre cómo sucedió todo.

"Empezaron a tirar papeleras, alcantarillas y piedras. Rompieron el 'video-wall' del escaparate. Se cerraron las persianas, con gente dentro y prendieron fuego a una de las persianas", ha recordado.

En una tienda de Mango, las cosas fueron peores. "Nos mancharon los muebles y toda la ropa de la entrada con los maniquíes", ha dicho Fernando.

La empleada de 6-16 Junior Jeans ha confesado que pasaron "momentos muy desagradables y con una cierta tensión".

"Mi compañera estuvo con el mando a distancia para cerrar en cualquier momento. Nos libramos y no nos pasó nada", ha declarado aliviada.

Su impresión fue que por la mañana, había pocos ertzainas. "No sé si es porque estaban todos los policías en la zona del Guggenheim. Aquí he visto muchísimas manifestaciones, no esto, sino mucho más, y encontré que había poca presencia policial para lo que estaba ocurriendo", ha comentado.

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