Los comicios en Andalucía ponen a prueba al PSOE y miden el desgaste del PP

  • La campaña para los comicios regionales del domingo en Andalucía y Asturias concluye hoy con España pendiente de esa cita con las urnas, que supone una prueba de fuego para el Partido Socialista (PSOE) que puede perder su último gran feudo, y que medirá el desgaste del gobernante Partido Popular (PP).

María Luisa González

Madrid, 23 mar.- La campaña para los comicios regionales del domingo en Andalucía y Asturias concluye hoy con España pendiente de esa cita con las urnas, que supone una prueba de fuego para el Partido Socialista (PSOE) que puede perder su último gran feudo, y que medirá el desgaste del gobernante Partido Popular (PP).

Las elecciones se celebran a punto de cumplirse los primeros cien días del Gobierno del conservador PP, que en sus primeras decisiones para combatir la crisis y reducir el déficit público anunció fuertes recortes y aprobó una reforma laboral, contra la que los sindicatos han convocado una huelga general el 29 de marzo.

En Andalucía, la comunidad autónoma más poblada de España, con 8,4 millones de habitantes, si se cumplen los pronósticos de los sondeos, los socialistas sufrirán una nueva derrota y el PP consolidará su hegemonía en el mapa político español.

La región de Asturias, en el norte, presenta un escenario electoral muy complejo y fragmentado, en el que los sondeos muestran que ninguna formación conseguiría la mayoría suficiente para gobernar en solitario.

El Partido Socialista podría ser el más votado y formar gobierno si logra el apoyo de Izquierda Unida para una coalición.

En esta comunidad, las fuerzas de la derecha concurren divididas entre el PP y el Foro Asturias, una formación creada por el exdirigente 'popular' Francisco Álvarez Cascos, que formó gobierno tras los anteriores comicios de mayo de 2011 pero no fue capaz de aglutinar el apoyo suficiente para sacar adelante sus propuestas, por lo que convocó elecciones anticipadas.

Sobre el ánimo de los votantes pesará la crisis económica que vive el país, con 5,2 millones de desempleados, un horizonte de recesión económica y en Andalucía con un grave caso de corrupción que afecta a exmiembros del gobierno socialista regional acusados de malversar fondos destinados al desempleo.

Andalucía es la comunidad autónoma española que registra la mayor tasa de paro, un 31,23 por ciento de la población activa -en España la media ronda el 23 %-.

La última encuesta preelectoral, difundida el pasado 8 de marzo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) -un organismo público-, daba la victoria al PP andaluz, que encabeza Javier Arenas -exministro de Trabajo en el primer gobierno de José María Aznar y vicepresidente segundo entre 2003 y 2004-, con casi la mayoría absoluta.

Obtendría entre 54 y 55 escaños -la mayoría absoluta son 55 diputados-, mientras que el PSOE lograría entre 44 y 46 frente a los 56 que tiene en la actualidad.

Como tercera fuerza, Izquierda Unida (IU), aumentaría su representación con entre 9 y 10 diputados (tiene 6).

Esos resultados coinciden con las encuestas publicadas en los últimos días por diversos medios, que dan también la victoria al PP.

Pero para gobernar en Andalucía, el partido de Mariano Rajoy necesita no solo ganar los comicios sino lograr la mayoría absoluta para evitar que una eventual coalición de izquierda PSOE-IU le arrebate el Ejecutivo.

Por esa razón, hoy el candidato del PP, Javier Arenas, pidió a los andaluces un "voto útil" para el cambio político ante la que definió como opción "radical" que representan los socialistas e Izquierda Unida, "más de los mismo".

A cambio, prometió un "gobierno centrista" que se comprometerá con las oportunidades y el empleo.

Los socialistas sufrirían un duro revés si pierden su gran bastión desde el comienzo de la etapa democrática, y, según los analistas, la nueva derrota reavivaría las críticas y la fractura interna surgida tras la contundente derrota en las elecciones generales del pasado 20 de noviembre.

En la actualidad, el PSOE que gobernó España con José Luis Rodríguez Zapatero al frente entre 2004 y diciembre de 2011, solo conserva el poder regional en Andalucía, y en el País Vasco.

En esta última comunidad del norte de España, gobierna gracias al apoyo del Partido Popular en esa región, que celebrará elecciones el próximo año, y en la que las encuestas le pronostican una derrota.

El candidato del PSOE en Andalucía, José Antonio Griñan, confía en remontar los resultados adversos de los sondeos.

En una entrevista que publica hoy el diario "El País", asegura que mantiene la esperanza porque "el PSOE en Andalucía siempre saca mejores resultados de lo que le dan las encuestas".

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