Los militares homosexuales tendrán que seguir ocultando su inclinación sexual en Estados Unidos. A pesar de ser una de las promesas electorales del presidente Obama, los republicanos se encargaron anoche de bloquear que el Senado pudiera discutir si los gays tienen derecho a revelar su condición o si debían seguir ocultándolo.
Se necesitaban 60 votos para comenzar el debate sobre el proyecto de ley que autorizaría los programas de defensa y revocaría la política conocida como "no preguntes, no digas" (don't ask, don't tell). Sólo 56 senadores votaron a favor y 43 en contra, pero la medida probablemente tendrá otra oportunidad este año.
Los demócratas en el Congreso querían terminar con esta ley antes de las elecciones legislativas de noviembre, en las que se prevé que los republicanos conseguirán grandes avances, lo que posiblemente hará más difícil su revocación.
Sin embargo, todos y cada uno de los representantes republicanos que hay actualmente en el Senado votaron para bloquear el debate sobre el proyecto de ley, que además contaron con el apoyo de los demócratas Mark Pryor y Blanche Lincoln.
"Estamos decepcionados por no haber podido avanzar con la ley, pero seguiremos intentándolo", dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs. En la misma línea se manifestó el senador independiente Joe Lieberman, coauspiciador de la iniciativa, que lamentó no haber ganado, "pero podemos ganar la lucha este año".
Desde 1993, los homosexuales han podido servir en el Ejército estadounidense mientras no revelen su orientación sexual, y son expulsados del servicio si ésta se hace pública.
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan levantar la prohibición.
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