Los dos errores concretos que Rajoy se niega a enfrentar en un debate

    • Rajoy rehúye del debate frente a las consecuencias más graves de su legislatura, que no son económicas sino políticas.
    • El presidente se siente más cómodo frente a su rival de siempre, el PSOE. En el fondo, lo reconoce como uno de los suyos.
20D.- Rajoy tendrá un único debate electoral con Pedro Sánchez durante la campaña
20D.- Rajoy tendrá un único debate electoral con Pedro Sánchez durante la campaña

Cada político tiene su estilo. Rajoy está convencido de que puede presumir de eficacia. Pero no puede presumir de democracia. Y si lo hiciera, debería tener el valor de enfrentarse a las consecuencias más concretas de su legislatura: son sus dos mayores errores, las razones por las que perderá más votos. Tienen nombre propio.

Se llaman Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Rajoy acusa a Artur Mas de romper el equilibrio que la Transición estableció con los nacionalismos históricos. Pero él hizo lo mismo con su propio electorado. E igual dislate cometió Zapatero dos años antes con buena parte de la masa de votantes socialistas.

Los políticos de la Transición han sido los primeros que se han traicionado a sí mismos y a su base electoral.El discurso de la honradez y la regeneración democrática

En esta legislatura, se ha consumado la ruptura del turno pacífico de los partidos de la restauración democrática. El presidente del Gobierno atribuye la culpa de todo a la crisis económica. Pero se equivoca. Los grandes cambios políticos obedecen a razones políticas de calado profundo.

La crisis que dizque ahora estamos saliendo ha podido ser la peor de las últimas décadas, pero no la única. En 1993 el Partido Popular lo apostó casi todo a la economía. Perdió, aunque tardó poco en recuperarse. El discurso que le llevó al poder no fue el de la recuperación económica: fue el de la regeneración, la honradez, la revitalización democrática…

Algo parecido sucedió con el PSOE de finales de los 70. ¿Recordáis el eslogan '100 años de honradez'?

Tres cuartas de lo mismo está ocurriendo con los partidos emergentes de 2015, Podemos y Ciudadanos. Ambos están liderados por dos jóvenes que podrán caer mejor o peor, podrán tener más o menos experiencia, podrán lograr mayor o menor cuota de poder… eso es lo de menos.

Lo que más atrae de estos candidatos, lo que más esperanzas suscita, lo que menos animadversión genera es algo muy simple: no pertenecen ni al PSOE ni al PP. Algo que Rivera e Iglesias deberían agradecer sinceramente a Rodríguez Zapatero y Rajoy.

Y por eso me parece imperdonable que el Presidente rehúya del debate frente a las consecuencias más graves de su legislatura, que no son económicas sino políticas.

Rajoy se siente más cómodo frente a su rival de siempre. En el fondo, lo reconoce como uno de los suyos. Pero se olvida que no se juega el mismo partido que cada cuatro años. Se lo recordarán los españoles el 20 de diciembre.

Sigue @martinalgarra//

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