Los exdirectivos de Olympus condenados no irán a la cárcel por fraude masivo

  • Un tribunal de Tokio condenó hoy a los antiguos responsables del fabricante de ópticas Olympus a penas de prisión en suspenso por un fraude masivo destapado en 2011, lo que según el código penal japonés implica que no tendrán que ir a la cárcel.

Tokio, 3 jul.- Un tribunal de Tokio condenó hoy a los antiguos responsables del fabricante de ópticas Olympus a penas de prisión en suspenso por un fraude masivo destapado en 2011, lo que según el código penal japonés implica que no tendrán que ir a la cárcel.

El expresidente Tsuyoshi Kikukawa y el ex vicepresidente ejecutivo Hisashi Mori recibieron penas en suspenso por tres años, mientras que el exauditor Hideo Yamada fue condenado a otra similar por dos años y medio.

Es común en Japón dictaminar penas en suspenso para las condenas de hasta tres años de prisión.

Cualquier delito que cometa el condenado durante el tiempo que dure la pena, constituirá el fin de la suspensión y supondrá su encarcelamiento durante el tiempo prescrito en dicha pena.

El juez consideró a los tres culpables de conspirar para presentar al Ministerio de Finanzas nipón informes financieros falsos que engordaban los activos netos reales de Olympus.

Los acusados ya se habían declarado culpables ante el juez de llevar a cabo esta falsificación durante cinco años hasta 2010, e hincharon los activos de la empresa en 41.600 millones de yenes (318 millones de euros) hasta los 117.800 millones de yenes (901 millones de euros).

La Fiscalía había pedido cinco años de cárcel para Kikukawa y Mori, y cuatro para Yamada por realizar uno de los mayores fraudes de la historia de Japón y por considerar que el delito "dañó severamente la confianza en los mercados de valores, tanto en Japón como en el extranjero".

El juez también ordenó a la propia empresa, igualmente imputada, abonar una multa de 700 millones de yenes (5,35 millones de euros) por la ocultación de pérdidas.

El escándalo se destapó en octubre de 2011, cuando se produjo la destitución del entonces presidente del fabricante de equipos fotográficos y médicos, el británico Michael Woodford.

En un principio, la junta directiva indicó que la destitución respondía a divergencias sobre la dirección y el método de gestión, pero Woodford desveló luego que su cese se había producido por cuestionar las adquisiciones irregulares de la empresa para ocultar pérdidas.

Entre ellas se incluía la compra sobrepreciada del fabricante británico de instrumental de microcirugía Gyrus en 2008.

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