Los gestos del debate: del chicle de Rajoy, al no de Pablo y la sonrisa de Rivera

    • Cuando el líder socialista dijo que quería 'un Gobierno de cambio, no de izquierdas', Iglesias movió su cabeza con inequívoca expresión de desdén e incredulidad.
    • El presidente del Gobierno en funciones, en tanto, mascó chicle y evidenció con su gestualidad una absoluta indiferencia hacia el orador.

Hay gestos que valen más que mil palabras... Mientras Pedro Sánchez pronunciaba su discurso en el Debate de Investidura, los principales líderes políticos de otros partidos que lo escuchaban reaccionaron de diversa manera. Uno de quienes no ocultó su expresión de fastidio fue Pablo Iglesias.

'Pido un Gobierno de cambio, no de izquierdas', afirmó el secretario general del PSOE, y entonces el referente de Podemos comenzó a sacudir su cabeza, con un gesto evidente de 'no', que reflejaba una mezcla de desdén e incredulidad hacia el orador.

Durante varios tramos del discurso, Sánchez hizo clara alusión a la figura y a la gestión de Mariano Rajoy. Distante, mascando chicle y con una expresión como ausente, el presidente del Gobierno en funciones pareció absolutamente indiferente con el mensaje del líder socialista. Rajoy miró en varias oportunidades su móvil.

Los aplausos que recibió Sánchez de los integrantes del bloque socialista, también evidenciaron las 'omisiones' de sus pares del Podemos, que se quedaron inmóviles cuando el orador abordó sus propuestas en materia impositiva. Hubo ovación de su bloque, y silencio absoluto de los parlamentarios del movimiento morado.

Sí aplaudieroncon sorna cuando Sánchez dio las gracias al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y a su partido, por su 'valentía y coraje' al abordar un pacto con el PSOE. 'Les doy públicamente las gracias por su valentía y coraje. Agradecimiento que hago extensivo a mi grupo, el grupo parlamentario socialista', ha manifestado Sánchez, quien desató una oleada de aplausos 'sarcásticos' procedentes de los escaños de Podemos. Uno de los más 'efusivos' con esa ironía fue el diputado Iñigo Errejón, quien hasta lanzó carcajadas.

El bloque de Ciudadanos, en tanto,acogió sus elogios en silencio, con gesto serio. Esa fue la constante que mostró el líder del partido, Albert Rivera (aunque en algún momento se le escapó una sonrisa cómplice), quien durante el discurso de investidura de Sánchez, que duró 1 hora y 36 minutos, siguió muy serio y atento la intervención de su aliado político.

Hubo otras actitudes y gestos. Alberto Garzón, de Izquierda Unida, mostró un semblante muy serio durante todo el discurso del líder socialista. Por su parte Tania Sánchez, diputada de Podemos, habló animadamente con sus vecinas de bloque en varias oportunidades.

En las tribunas de invitados hubo varios rostros conocidos. Juan Carlos Monedero, exintegrante de Podemos, escuchó el discurso con suma concentración. Los líderes sindicales Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo estuvieron más atentos a sus teléfonos móviles que a las palabras de Sánchez.

Una inmensa mayoría de los 350 diputados se mostraron escépticos ante las palabras del hombre que intenta ser el próximo presidente de los españoles.

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