Incluido en la reforma de la ley del aborto

Los ginecólogos, contra Montero: decir violencia obstétrica es "tendencioso"

Se usa para referirse a intervenciones médicas innecesarias durante el proceso del parto.

Ginecólogos aconsejan ingerir alimentos ricos en ácido fólico al menos cuatro semanas antes del embarazo
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EUROPA PRESS

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia considera "inapropiado, tendencioso e injusto" hablar de "violencia obstétrica", un término que el Ministerio de Igualdad quiere incluir en la reforma de la ley del aborto. Se usa para referirse a intervenciones médicas innecesarias durante el proceso del parto, a menudo rutinarias, que en muchas ocasiones se practican sin proporcionar información suficiente a las mujeres ni solicitarles el consentimiento, pero esta sociedad médica lo rechaza por su "significado jurídico doloso", ya que implica que hay intención de causar daño.

"No debe confundirse en modo alguno la praxis inadecuada con las expectativas de parto no cumplidas", advierten en un comunicado los ginecólogos, que temen que se interprete la violencia obstétrica como un "ánimo de lesionar", con empleo de fuerza o amenazas y tipificable penalmente. Sí reconocen que es un término que ha permitido poner de manifiesto las experiencias desagradables de muchas mujeres ante el parto y situar esta cuestión en el debate público.

El Instituto de las Mujeres ha avanzado que en la reforma de la ley del aborto quieren dar respuesta a determinadas violencias que se ejercen contra las mujeres en el ámbito reproductivo, como la llamada violencia obstétrica y la "explotación reproductiva", los conocidos como vientres de alquiler. Según ha avanzado Igualdad, se contemplará la violencia obstétrica como forma de violencia contra los derechos reproductivos de las mujeres y el derecho de la mujer a decidir tanto en el embarazo como en el parto, en línea con documentos de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud.

En el informe de la Relatora Especial de la ONU sobre Violencia Contra la Mujer se incluye una serie de prácticas que pueden considerarse una forma de violencia, como las episiotomías generalizadas (en España se practican al 89% de las mujeres que dan a luz vía vaginal), el uso excesivo de cesáreas y de la oxitocina sintética o la práctica de la presión manual del fondo uterino.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia destaca la evolución que ha experimentado la asistencia para el parto para adaptarse a las evidencias científicas y a los cambios sociales y culturales y reconoce que existe "margen de mejora" para continuar esa adaptación. En este contexto explica que trabaja en la actualización de guías clínicas para mejorar la asistencia al embarazo, parto y puerperio y subraya la importancia de escuchar a las mujeres y a sus parejas, reclamar medios a las administraciones sanitarias y a las entidades aseguradoras y denunciar carencias, para proporcionar una atención "respetuosa" con la maternidad.

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