Abel Matutes, exministro de Asuntos Exteriores del Gobierno durante la presidencia de José María Aznar, se alegró enormemente el pasado 3 de noviembre, cuando la Policía detuvo a los dos ladrones que una semana antes habían asaltado su empresa y robado 990.000 euros.Su felicidad aumentó todavía más cuando los investigadores le contaron que habían recuperado gran parte del botín sustraído de las oficinas que el expolítico tiene en pleno centro de Ibiza. Esa euforia del momento, de hecho, hizo que Matutes se comprometiera públicamente a donar el 10% de lo recuperado a la Fundación de Huérfanos de la Policía, una institución sin ánimo de lucra creada hace ahora 100 años para beneficiar a las familias de los funcionarios fallecidos.[Te interesa leer: Interior quiere que todos los jefes de la Policía tengan carrera universitaria]Sin embargo, según fuentes de la propia fundación, el ex ministro aún no ha cumplido su compromiso ni ha dado señales de que vaya a hacerlo. De hecho, estas mismas fuentes temen que la promesa de Matutes caiga en saco roto y quede en un brindis al sol que hizo en un momento de entusiasmo pasajero el que fuera uno de los políticos más destacados del Gobierno de Aznar.El holding de Matutes que fue atracado el pasado 26 de octubre cuenta con negocios que van desde la hostelería hasta la construcción pasando por agencias de viajes, inmobiliarias e incluso distribuidoras de alimentos.[Te interesa leer: Los comisarios jóvenes y con idiomas piden la vez]Los dos ladrones detenidos por la Policía como presuntos autores o colaboradores necesarios del robo a las empresas del ex ministro, que pasaron a disposición judicial, eran también funcionarios del cuerpo. Uno de ellos, incluso, recibió una condecoración en 2012.
Roberto Ruiz Ballesteros / Seguridad y Tribunales
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