Los legisladores mexicanos, obligados a negociar para impulsar reformas clave

  • Los 500 diputados y 128 senadores mexicanos electos asumieron hoy sus cargos en una sesión que dejará todo listo para que el sábado arranque el nuevo Congreso, cuyo principal desafío será sacar adelante las reformas estructurales del país.

México, 29 ago.- Los 500 diputados y 128 senadores mexicanos electos asumieron hoy sus cargos en una sesión que dejará todo listo para que el sábado arranque el nuevo Congreso, cuyo principal desafío será sacar adelante las reformas estructurales del país.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se impuso en las elecciones del 1 de julio pasado, será la primera fuerza política en ambas Cámaras, aunque por sí solo no contará con los votos suficientes para aprobar reformas en sectores estratégicos.

Esa formación contará con 207 diputados y 52 senadores, y reforzará su posición con el respaldo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que tiene 34 escaños en la Cámara baja y otros 9 en el Senado.

El PRI está forzado a buscar alianzas en el Legislativo para impulsar la agenda de reformas que quedaron pendientes en la actual Administración, como la energética, fiscal, laboral, educativa y judicial.

"Vamos a transformar a México", dijo hoy a Efe el senador Teófilo Torres Corzo, convencido de la necesidad de unas reformas que permitan que su país deje de tener "cincuenta millones de pobres".

El líder del PRI en la Cámara baja, Manlio Fabio Beltrones, dijo que la formación quiere concretar "las reformas que le den un cambio con rumbo a este país, al lado de Enrique Peña Nieto", cuyo triunfo en las presidenciales del 1 de julio aún deberá ser validado por un tribunal electoral.

Para ello cuenta con el apoyo de los Verdes, que esta semana reiteraron que no hay fisuras en la alianza con el partido de Peña Nieto.

"Vamos a trabajar en todo con el PRI. Somos partidos aliados, vamos a ser partidos aliados para sacar la agenda del Gobierno", puntualizó el presidente de esta formación, el senador Jorge Emilio González, quien calificó de "sólida" y "definitiva" su coalición.

Celebró que los Verdes hayan alcanzado sus niveles más altos de representación en el Congreso este año, y dijo que la alianza PRI-PVEM habría logrado una mayoría absoluta si hubieran ido juntos en todo el país, no sólo en algunos estados.

El conservador Partido Acción Nacional (PAN) del presidente Felipe Calderón obtuvo 114 diputados y 38 senadores, que lo mantienen en una posición "relevante" en ambas Cámaras, según el senador Roberto Gil Zuarth.

Consideró que su partido "tiene la llave de la aprobación de las reformas que se voten en el Congreso", y está dispuesto "a ponerla por el beneficio del país y mirando sobre todo por el bien común", en busca de "garantizar mayores márgenes de crecimiento y desarrollo".

El también senador del PAN Javier Corral urgió al Congreso a "hacer una revisión muy seria en materia de seguridad y combate al crimen organizado", en un país donde la ola de violencia ha cobrado la vida de más de 50.000 personas desde fines de 2006, cuando Calderón llegó al poder.

Además, dijo que hace falta un nuevo marco legal en materia de medios de comunicación y telecomunicaciones que termine con "abusos, excesos y contradicciones".

Es necesaria "una nueva legislación en materia de medios de comunicación que combata frontalmente el tema de los monopolios, de los oligopolios y que termine por reconocer el tránsito del país a la democracia plena", aseguró Corral.

La tercera formación política del Congreso será la izquierda encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con 100 diputados y 22 senadores, que aumentan a 135 y 28 respectivamente con sus aliados: el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano.

El coordinador del PRD en el Senado, Luis Miguel Barbosa, dijo que la formación tratará de verse "como una izquierda propositiva, moderna; una izquierda que tenga capacidad de poder (...) No se trata de formar bloques, se trata de hacer diálogo político".

Respecto a las tres primeras propuestas aireadas por el equipo de trabajo de Peña Nieto, las de lanzar una Ley Nacional Anticorrupción, impulsar la transparencia en estados y municipios, y regular la publicidad en los medios de comunicación, Barbosa declaró a Efe que eran "banderas" de la izquierda tomadas por el PRI.

El último grupo representado en el Congreso será el partido Nueva Alianza, ligado a la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, que consiguió diez diputados y un senador, y que también podría jugar un papel clave si suma sus votos al PRI.

El presidente de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, ha asegurado que su partido facilitará acuerdos nacionales que busquen la conciliación porque estará en la posibilidad de "inclinar la balanza en uno u otro sentido" en función del contenido de las reformas que impulse el nuevo Gobierno.

El Congreso comenzará el próximo 1 de septiembre sus trabajos en una sesión plenaria convocada en el Palacio Legislativo de San Lázaro y recibirá el sexto y último informe de Gobierno de Calderón, cuyo mandato concluye el 30 de noviembre, según la Constitución mexicana.

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