Los liberaldemócratas británicos negocian a dos bandas con tories y laboristas

  • Londres.- Cortejados por los dos partidos mayoritarios al no haber obtenido ninguno de ellos la mayoría absoluta parlamentaria, los liberaldemócratas negocian hoy a dos bandas con "tories" y laboristas en un intento de facilitar la formación del próximo gobierno británico.

Londres.- Cortejados por los dos partidos mayoritarios al no haber obtenido ninguno de ellos la mayoría absoluta parlamentaria, los liberaldemócratas negocian hoy a dos bandas con "tories" y laboristas en un intento de facilitar la formación del próximo gobierno británico.

Cinco días después de las elecciones generales, en las que el partido más votado, el Conservador, se quedó a veinte escaños de la mayoría absoluta, los ciudadanos no saben aún quién será su próximo primer ministro.

La gran sorpresa la dio el lunes el actual jefe de Gobierno en funciones, Gordon Brown, cuando se declaró dispuesto a eliminarse como obstáculo para una eventual "alianza progresista" con los liberaldemócratas y anunció que se retiraría de aquí al próximo congreso de su partido en septiembre para dejar paso a un sucesor.

Los liberaldemócratas, que comenzaron a negociar primero con los "tories" por ser el partido con mayor número de escaños en el Parlamento, se resistían a hacerlo con un Partido Laborista liderado por un Gordon Brown visiblemente erosionado por sus trece años de gobierno: primero como titular de Finanzas y los tres últimos años como primer ministro.

Mientras los equipos negociadores de tories y liberaldemócratas seguían buscando puntos de coincidencia entre sus respectivos programas, el líder de los segundos, Nick Clegg, se reunía en secreto con Gordon Brown para sondear las posibilidades de un pacto progresista.

La noticia de la apertura de negociaciones con los laboristas obligó a los "tories" a mejorar su oferta de reforma electoral, una reivindicación clave de los liberaldemócratas, y así su principal negociador, William Hague, anunciaba anoche que su partido estaba dispuesto a ofrecerles la celebración de un referéndum sobre el llamado voto alternativo para que sea el pueblo quien decida.

De acuerdo con este sistema de voto, algo más representativo que el actual uninominal mayoritario, que da el escaño por una circunscripción al diputado que obtiene la mayoría simple, los electores marcan a los candidatos por orden de preferencias y los menos votados se eliminan hasta que uno de los restantes obtiene la mayoría absoluta.

Los laboristas ofrecen más en este punto que los "tories" ya que en caso de alianza se han declarado dispuestos, según la BBC, a introducir ya en la nueva legislatura el voto alternativo y a convocar más tarde una consulta popular sobre el sistema de representación proporcional, mucho más justo, que reclaman los liberaldemócratas.

Pese al sacrificio de su líder, una posible coalición de los laboristas con los liberaldemócratas se presenta en principio difícil ya que los 258 escaños de los primeros y los 57 de los segundos no alcanzaría la mayoría absoluta de 326, por lo que para no verse derrotados en el Parlamento necesitarían el concurso de varios partidos nacionalistas entre otros.

Una coalición arco iris sería en principio más inestable que la que pudieran formar tories y liberaldemócratas en el caso de llegar a un acuerdo ya que estos dos partidos juntos superarían en 37 escaños la mayoría absoluta.

El problema en este caso es que, dadas las diferencias ideológicas entre ambos, sus respectivos líderes tienen que esforzarse en convencer a sus grupos parlamentarios de que las concesiones que hagan al otro no desvirtuarán sus programas electorales.

Hay así muchos conservadores que creen que sería mejor arriesgarse a gobernar en minoría en lugar de hacerlo con los liberaldemócratas, mientras que en el campo opuesto laborista algunos opinan también que sería mejor arrojar la toalla y regenerarse en la oposición.

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