Los llamados "ataques por odio religioso" han vuelto a la actualidad en las últimas semanas en Israel

Un bebé palestino murió quemado vivo y sus padres o a su casa en la Cisjordania ocupada. Un acto calificado por el gobierno israelí como terrorista pero que algunas organizaciones aseguran que era previsibles. Desde hace años, activistas de extrema derecha o colonos llevan a cabo, bajo el lema el "precio a pagar", agresiones y actos de vandalismo contra palestinos y árabes israelíes, lugares de culto musulmán y cristianos, e incluso soldados israelíes tanto en Israel como en los territorios palestinos.

"Es una consecuencia directa de décadas de impunidad que el Gobierno israelí ha dado al terrorismo de los colonos", denuncia el secretario general de la OLP, Saeb Erekat. No le falta razón. Según los datos recogidos por la Oficina de Coordinación de la Asuntos Humanitarios, desde enero de 2015 los colonos han llevado a cabo al menos 120 ataques en Palestina, Cisjordania y Jerusalén Este. La organización B´Tselem insiste en que la mayoría de estos ataques no se condenan y cuentan con la impunidad de las autoridades israelíes.

Esta organización israelí ha condenado este ataque y ha emitido un comunicado en el que asegura que en los últimos tres años los civiles israelíes han quemado nueve casas palestinas en Cisjordania. Además, han lanzado un coctel molotov a un taxista palestino que causó quemaduras a la familia que viajaba en su interior. B´Tselem ha señalado que nadie fue condenado por estos actos criminales. En este sentido, apuntan que de poco valen las condenas, siempre y cuando los políticos continúen con su política de evitar la aplicación de la ley sobre los israelíes que atacan a los palestinos.

Por su parte, Yaariv Oppenheimer, dirigente de Paz Ahora, una ONG israelí opuesta a la colonización de los territorios palestinos, asegura que este tipo de "agresiones por parte de los colonos se han convertido en una verdadera epidemia". En la radio israelí, denunció "la indulgencia del gobierno con la violencia antipalestina y los discursos de odio".

Al menos, 500.000 colonos viven en los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania, una situación que según la ONU viola la ley internacional. El aumento de la población colona es proporcional al de los ataques llevados a cabo en los territorios ocupados. En la actualidad, existen grupos organizados, de ideología racista, que llevan a cabo ataques y actos vandálicos no solo contra palestinos, también contra iglesias cristianas.

El pasado mes de junio, dos radicales judíos incendiaron la iglesia de la multiplicación de los panes y los peces. Los llamados "ataques por odio religioso" han vuelto a la actualidad en las últimas semanas en Israel. La marcha del Orgullo Gay fue ayer el escenario de otro ataque, En esta ocasión, seis personas fueron apuñalas por un judío ultraortodoxo.

Por su parte, Hamas ha anunciado que responderá al ataque de esta madrugada en Duma donde esta mañana se entierra al pequeño Ali Saad Dawabsha. En previsión de manifestaciones, la policía israelí se ha desplegado masivamente en el casco antiguo de Jerusalén, sobre todo en los alrededores de la Explanada de las Mezquitas, cuyo acceso está prohibido a los hombres menores de 50 años.

Condena Intenacional del asesinato del bebé
La Unión Europea ha reclamado este viernes a Israel "tolerancia cero" con la violencia de los colonos judíos y "medidas enérgicas" para proteger a la población local, después de que un bebé palestino haya muerto en el ataque de presuntos judíos extremistas a su vivienda.