Los maridos de nuestras políticas, los grandes desconocidos

Encontrar una foto de Rosa Díez, líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), con su marido Iñaki es misión imposible. Y eso que Díez lleva en política más de 30 años. Han sido muchas campañas electorales, actos o reconocimientos a los que ha asistido Rosa Díez, pero en ellos apenas se ha dejado ver con su esposo José Ignacio Fernández de Ochoa (más conocido como Iñaki), quien sufrió las consecuencias de un paquete bomba de ETA que iba dirigido a la entonces consejera socialista.

Si a un catalán se le pregunta quién es Helena Rakosnik, seguro que acierta. La mujer del presidente Artur Mas desempeña un lugar destacado en la vida política de su marido. Han posado en familia, brindando, besándose... Ella tiene hasta un grupo en Facebook (no oficial) con más de 900 seguidores.

En cambio, ¿quién es Fernando Ramírez de Haro? Pocos madrileños acertarían que es el nombre del marido de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, exalcaldesa y primera mujer que presidió el Senado. Y en las pocas fotos que hay, apenas hay contacto entre ambos.

Algo más conocido es Miguel Barroso, el marido de la exministra de Defensa y ahora diputada rasa Carme Chacón. Su estrecha relación con Zapatero -del que fue secretario de Estado de Comunicación- lo explica. Pero en el último Congreso del PSOE a Chacón no se la vio con Barroso. Aunque él, como siempre, estaba entre bambalinas.

Y hay muchos más ejemplos: mientras que las esposas de Rajoy o Zapatero -'Viri' (Elvira Fernández) y Sonsoles- son caras conocidas para la mayoría de los españoles, poco sabemos de las parejas de políticas de primera línea como Soraya Sáenz de Santamaría, Luisa Fernanda Rudi o María Dolores de Cospedal.

¿Por qué nuestras políticas apenas se dejan ver con sus parejas?

'Mientras que los hombres suelen mostrar públicamente a sus mujeres -especialmente si cumplen con los cánones de belleza- ellas prefieren o consideran necesario aparecer en solitario, sin ningún hombre que les reste protagonismo o ponga en duda su capacidad de liderazgo'.

Es la conclusión a la que llega el informe 'Política se escribe con 'o'¿Hasta qué punto actúan como hombres las mujeres en el poder?', realizado por la asesoría de comunicación y marketing político BraveSpinDoctors.

Sus autores defienden que mientras un hombre al lado de una presidenta 'le quita fuerza y la debilita', una mujer al lado de un político 'le refuerza para gobernar'.

Y a eso hay que sumar que hoy en día en la sociedad en la que vivimos a las mujeres' solo les está permitido hacer gala de su inteligencia y sus dotes masculinas: carácter fuerte, capacidad de mando, liderazgo...' mientras se tiende a 'minimizar las femeninas', con una forma de vestir sobria, un sembalente serio o peinados que no arriesgan.

¿La solución? Que la mujer empiece a 'imponer su propia manera de vivir la política, reivindicando su sensibilidad, su serenidad, su emotividad y su atractivo personal. Aportar nuevos valores femeninos a la política la hará más rica y plural', conluye este informe.Lideresas mundiales que se comportan como hombres

También muchas líderes mundiales procuran no dejarse ver públicamente con sus parejas. Mientras Michele Obama o Carla Bruni ejercen su papel de 'primeras damas' acompañando a sus maridos a viajes oficiales o actos de campaña, el marido de la canciller Angela Merkel se deja ver solo en contadas ocasiones.

Hay más fotos de Merkel en actitud amistosa con Nicolas Sarkozy o incluso con el propio Rajoy, que con su esposo Joachim Sauer.

Lo mismo ocurrió con la Dama de Hierro. El marido de Margaret Thatcher, Denis Thatcher, apenas tuvo protagonismo en la vida política de su mujer. Aunque siempre estaba ahí. Para reforzar su imagen , la líder británica, se tranformó en un hombre con cuerpo de mujer y eso le permitió dominar un mundo reservado casi exclusivamente para hombres.