Los miembros de la red de gao ping llegaron a amenazarse de muerte al sentirse investigados


El nerviosismo entre los integrantes de la trama mafiosa presuntamente liderada por el magnate chino Gao Ping cuando comenzaron a sospechar que eran investigados por la policía alcanzó tales cotas que llegaron a amenazarse de muerte entre ellos. Uno de los supuestos cabecillas presentó una denuncia en la que señalaba que otros miembros del grupo le habían dicho que le iban a pegar “un tiro en la cabeza”.

La tensión, según se refleja en el sumario del ‘caso Emperador’, se desató tras el robo de unos de los furgones con los que la trama trasladaba el dinero obtenido ilegalmente a países como Italia o Hungría, desde donde se transfería a bancos en China. El atraco tuvo lugar en la madrugada del 19 septiembre de 2009 en la autovía A2 a la altura del término municipal de Sigüenza (Guadalajara).
Unos ciudadanos chinos asaltaron un furgón en el que la policía cree que la trama transportaba 3,5 millones de euros y secuestraron a los compatriotas (Jianren Zhang, Xiaoming Zou y Hua Zhang) que iban a bordo. La denuncia interpuesta por este robo –en la que se reflejaba una cantidad robada mucho menor a la realmente sustraída- puso a los investigadores policiales sobre la pista de la trama de desvío y blanqueo de capitales.
“El propósito de ocultar en sucesivas ocasiones la verdadera cantidad de dinero en efectivo que portaban en la furgoneta evidencia el origen ilícito del mismo”, señala el informe realizado por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y remitido a los juzgados en junio de 2011.
La policía detuvo como responsables de este atraco a Hua Zhang y Hongsheng Zhou, quienes ingresaron en la cárcel de Alcalá-Meco por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Sigüenza, donde se instruye el caso por el robo del furgón. Zhang y Hongsheng fueron interrogados en prisión y confesaron el ‘modus operandi’ utilizado en las actividades de blanqueo de capitales
AMENAZAS Y SOBORNOS
La UDEF asegura en su informe que salida de la cárcel de Hongsheng Zhou y Hua Zhang, en mayo de 2011, puso “muy nerviosos a los investigados porque pensaron que no iban a poder recuperar el dinero”. Los miembros de la trama creían que el supuesto ‘cabecilla’ Yongping Wu Liu podría haber ayudado a Hongsheng, del que es íntimo amigo, y podría guardar el dinero robado de la furgoneta.
La policía intercepta el 3 de junio de 2011 una llamada en la que una de las víctimas del robo, Jiaren Zhang, habla con un hombre que le pregunta cuándo y porqué había quedado en libertad Hongsheng. Jiaren le responde que el grupo de Hongsheng habían estado “trabajando con los superiores del juzgado para que les pusiesen en libertad”.
Cuatro días después, el investigado Yingwei Chen, que se hace llamar ‘Felipe’, recibe una llamada de su mujer, Junbei Xiang, desde china. Chen le dice que Hongsheng y Hua han quedado en libertad y que es posible que “el fiscal haya sido sobornado”.
El 10 de junio Jiaren vuelve a hablar con el mismo hombre y le dice en relación al atraco que “cómo sigan las protestas se producirán muertes”.
En otra conversación se señala que el propio Yongping juró a Cheng que no había ayudado a Hongsheng y que tampoco guarda el dinero. Las presiones sobre Yongping, aún así, continuaron.
Finalmente, Yongping presentó una denuncia en la que acusaba de amenazas de muerte a Xiaoming Zou, Yingwei Chen, Beilei Zhang y Linlin Du. Aseguraba que le habían conminado a devolver los 3,5 millones de euros y que le habían dado tres días para hacerlo bajo la advertencia de que si no lo hacía le pegarían “un tiro en la cabeza”.

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