Madrid, 10 nov.- Los partidos nacionalistas de Cataluña se plantean la posibilidad de unas elecciones plebiscitarias después de que este domingo casi dos millones de catalanes se pronunciaran en el llamado proceso participativo, sin validez legal, a favor de la independencia.
Los dos principales partidos españoles discrepan en su valoración de dicho proceso participativo y mientras el gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) cree que la consulta del domingo se hizo "al margen de la legalidad" y por tanto, el Gobierno "actuará en consecuencia", los socialistas (PSOE), el principal partido de oposición, exigen al Ejecutivo que "abra un espacio para el diálogo, la negociación y la resolución política".
El proceso participativo, en el que intervinieron 2,3 millones de personas sobre un censo estimado de 5,4 millones, se planteó como alternativa a una consulta soberanista, que el Tribunal Constitucional español suspendió en dos ocasiones, después de que el Gobierno recurriera su convocatoria.
Según datos del gobierno regional catalán, el 80,7 % de los participantes se mostraron a favor de la independencia de esta región del noreste de España, el 10 % apoyó que Cataluña sea un estado, aunque no independiente, y un 4,5 % se pronunció contrario a ambas posibilidades.
Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), partido al que pertenece el presidente catalán, Artur Mas, se mostró hoy partidario de impulsar las negociaciones para unas elecciones plebiscitarias después de estimar "altamente improbable" un referéndum pactado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Consideran que Rajoy no debería tardar más de dos semanas en responder a la invitación a negociar un referendo que le hará el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a través de una carta, en los próximos días.
Los independentistas de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), que dan apoyo político al gobierno catalán, pidieron unas elecciones anticipadas para formar un parlamento constituyente, como una manera de "estar a la altura", después de la votación de ayer, que consideran "un acto de soberanía".
Sin embargo, el PP sostiene que el proceso participativo "carece de validez, no tiene fiabilidad" y el respaldo estuvo "muy por debajo" de lo que algunos pretendían, afirmó su secretaria general, María Dolores de Cospedal.
La consulta alternativa estuvo a cargo de miles de voluntarios distribuidos en 1.317 puntos de participación en Cataluña.
En distintos juzgados de esta comunidad autónoma se presentaron denuncias por parte de particulares y partidos políticos por esta actuación y la Fiscalía debe confirmar en las próximas horas si hay o no delito en la consulta.
El gobierno catalán se responsabiliza de la apertura de los locales públicos donde se votó ayer y no ofreció al Ministerio Público, tal como se le solicitó, la identidad de las personas que abrieron esos puntos de participación.
Artur Mas comparecerá mañana para explicar los próximos pasos tras la jornada del domingo, entre los que destaca la carta que enviará a Rajoy para trasladarle el resultado del proceso participativo y animarle a acordar un referéndum.
También lo hará la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, que expondrá este miércoles ante el pleno del Senado (cámara alta) la posición del Ejecutivo tras la jornada participativa de ayer, una cita que el Gabinete de Mariano Rajoy ya calificó de "farsa antidemocrática e inútil".
Desde México, donde se encuentra de visita, el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria, dijo hoy que el proceso participativo del domingo en Cataluña es "una apariencia de consulta" que no tendrá ningún tipo de efecto ni jurídico ni político.
En un encuentro con corresponsales españoles en México, el ministro dijo: "Si alguien piensa que esto va a tener efecto político, creo que se equivoca".
"La posición del Gobierno sigue siendo de diálogo dentro de la ley y dentro de ese marco se puede dialogar absolutamente de todo; fuera de ese marco no podemos dialogar absolutamente de nada", afirmó.
El primer ministro británico, el conservador David Cameron, expresó hoy su apoyo a la "unidad" de España y destacó la importancia de que los referendos se celebren respetando el marco constitucional.
La convocatoria de una consulta sobre la eventual independencia de Cataluña fue una promesa de la coalición nacionalista de centroderecha CiU, que gobierna la región, en las elecciones regionales de 2012.
Cataluña, que produce aproximadamente el 20 por ciento del PIB español, posee una amplia autonomía con competencias en terrenos como la sanidad, la educación o la seguridad y cuenta con un Parlamento y un gobierno regionales propios. EFE
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