Los nacionalistas claman contra la reforma porque lesiona los autogobiernos

  • Madrid.- La reforma constitucional que obliga a las administraciones a cumplir un techo de déficit saldrá adelante en el Senado sin el aval de los nacionalistas, ya que, según sus portavoces, quedan lesionados el autogobierno de las comunidades y su autonomía financiera.

La reforma constitucional, aprobada definitivamente sin el aval nacionalista
La reforma constitucional, aprobada definitivamente sin el aval nacionalista

Madrid.- La reforma constitucional que obliga a las administraciones a cumplir un techo de déficit saldrá adelante en el Senado sin el aval de los nacionalistas, ya que, según sus portavoces, quedan lesionados el autogobierno de las comunidades y su autonomía financiera.

De los senadores nacionalistas que han intervenido, el más airado ha sido el senador de ERC, integrado en Entesa Catalana de Progrès, Miquel Bofill, quien ha aprovechado el debate para pedir la independencia de Cataluña, así como peso específico propio en Europa para liderar la recuperación, y para instar a los catalanes a que "se salten el muro de la Constitución".

Ha exclamado también: "Los catalanes no cabemos como somos en el Estado español".

En opinión de Bofill, la reforma es "de derechas", "antisocial", "inaceptable", "poco democrática", "rompe todos los consensos" y "limita la autonomía de Cataluña".

Asimismo, este senador, quien ha empleado tres lenguas en su alocución, el catalán, el castellano y hasta el francés, ha achacado el déficit de la comunidad al déficit fiscal contraído con el Estado, un vínculo que, si no existiera, propiciaría que Cataluña tuviera superávit y prácticamente hubiera dejado atrás la crisis.

ERC, al igual que ICV y otros partidos, impulsará la recogida de firmas de 26 senadores para conseguir el referéndum.

Precisamente en nombre de ICV ha intervenido Joan Saura, y él ha condensado los argumentos en contra de la reforma: es "regresiva, recentralizadora y poco democrática".

Primero, según su explicación, el cambio en la Constitución no amansa a los mercados, debilita la autonomía financiera de los territorios y atenta contra la demanda ciudadana a favor de más participación política, ya que PSOE y PP niegan el referéndum.

Aunque en contra de la reforma constitucional, CiU ha preferido la abstención.

Las razones que ha esgrimido su portavoz, Jordi Vilajoana, coinciden con las de los demás comparecientes: ni soluciona la inestabilidad de los mercados, pues han vuelto a encarecerse las emisiones de deuda, ni recoge las sensibilidades del texto original de la Carta Magna. PSOE y PP, a su juicio, se han limitado a pedir "una adhesión sin condiciones".

Asimismo, a su juicio, se limita la autonomía financiera de las comunidades.

En términos similares se ha pronunciado el portavoz del PNV, Joseba Zubia, solo que los nacionalistas vascos votarán en contra.

El representante del partido de Íñigo Urkullu ha criticado la reforma porque "ataca al autogobierno" de Euskadi y pone en relieve "el nulo respeto de Madrid", y sin tener en cuenta la opinión de la sociedad vasca.

Sin embargo, lo que más ha censurado Zubia ha sido que "en tan solo siete días se ha pasado de una Constitución intocable a una que sí se toca", y aplicando encima "un rodillo parlamentario".

Coalición Canaria, representando en el pleno por Narvay Quintero, ha reiterado que la reforma socava las competencias de las comunidades, si bien ha aprovechado la ocasión para solicitar que en la Constitución se reconozca la insularidad canaria.

El nuevo senador de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, ha anunciado su voto en contra de una reforma que, a su juicio, "pretende lavar los nulos efectos de la política irresponsable" del Gobierno.

Al no reunir el apoyo suficiente, las 24 enmiendas de los nacionalistas han sido rechazadas.

Desde otro punto de vista, UPN se ha sumado al apoyo de la reforma, y así lo ha puesto de relieve la senadora Mar Caballero, conforme con esta medida porque la prioridad es el "rigor presupuestario".

No obstante, ha dado un toque de atención al PP y al PSOE por haberla adoptado de forma precipitada.

Desde el PSC, Isidre Molas ha hecho hincapié en que la modificación de la Carta Magna se hace "en interés de Cataluña, de España y de Europa".

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